Dentro del plan de reforma laboral que el Gobierno nacional prepara para después de las elecciones legislativas de octubre, uno de los puntos destacados es el fomento para el empleo de los jóvenes, especialmente aquellos con nula experiencia laboral, que necesitan un régimen especial para obtener su primer empleo.
Y, más específicamente, la idea que está en carpeta del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, con el apoyo del presidente Mauricio Macri, es la generalización de un sistema de pasantías con jornada reducida, que implica ventajas impositivas para el empleador. La idea, en la concepción macrista, es que la disminución en el costo laboral de las empresas redundará en una mayor contratación y formalización de trabajadores.
En realidad, este intento será el segundo y tratará de retomar el proyecto que quedó trunco el año pasado.
En aquella ocasión, el Poder Ejecutivo había presentado en el Congreso el proyecto de Primer Empleo, que fue trabado por la oposición. El argumento para el rechazo era que la iniciativa podría generar un exceso de «flexibilidad», ya que le permitiría a las empresas contratar dependientes a un precio bajo y luego desvincularlo casi sin costo indemnizatorio.
Pero ahora la idea del Gobierno es reflotar ese texto, o al menos, lograr aprobar una iniciativa similar a ella. Además, buscaría impulsar una norma que reimplante las pasantías educativas.
Remarcan las fuentes consultadas por iProfesional que están dispuestos a que la iniciativa, que hace casi un año no se trata en la cámara de Diputados, reciba modificaciones por parte de la oposición. Pero de acuerdo a las fuentes consultadas por iProfesional, la idea es que los lineamientos centrales se mantengan.
El proyecto propone exenciones e incentivos para los empleadores que incorporen a trabajadores con menos de tres años de experiencia en el mercado laboral formal, y con edades de entre 18 y 24 años en todo el país. Para la zona del Plan Belgrano -provincias del noroeste argentino-, no habrá límite de edad.
La medida es resistida por el sector sindical y por la oposición que sostiene que profundizará la precarización laboral al flexibilizar las condiciones de contratación. Es una acusación grave en un momento de campaña electoral y con un tema de alta sensibilidad, pero en el Gobierno ya tienen preparadas las respuestas para dar el debate.
«No afecta el derecho de ninguno de los trabajadores, garantiza acceso a la seguridad social», aseguró Triaca. «Es la llave de ingreso para mejorar la tasa de entrada de los trabajadores», había dicho la última vez que tuvo que defender la iniciativa ante los diputados.
Por lo pronto, el ministerio de Trabajo quiere incluir el incentivo a empresas para que los jóvenes que incursionan en el mercado laboral puedan contar con «prácticas prelaborales», es decir períodos de prueba de tres a 12 meses, bajo la figura de «pasantes» o «aprendices».
Un sistema con abusos
En realidad, las pasantías ya están previstas en la legislación actual, bajo el régimen contemplado en la Ley 26.427. En un principio, pretendía cumplir un doble objetivo: permitir a las empresas contar con capital humano a bajo costo y a los estudiantes posibilitarles el inicio de una carrera profesional, sin descuidar sus estudios en la universidad.
La última reforma redujo el plazo de las pasantías educativas a 12 meses, prorrogables sólo por otros seis, una carga horaria de 20 horas semanales y un monto no remunerativo no menor al salario básico de convenio colectivo, que se aplica al establecimiento donde se realiza la práctica laboral, en forma proporcional a la carga horaria.
Iprofesional