Partiendo de la premisa, que en estas circunstancias de despido: «Las personas deben reinventarse al igual que las empresas». Conocemos los Programas de Outplacement en los cuales se trabaja y desarrolla la empleabilidad del candidato, teniendo en cuenta sus objetivos y aspiraciones profesionales.
Entre las diferentes formas de encararlos está el enfoque del marketing aplicado a la marca personal, el cual permite al profesional mantenerse vigente en el mercado laboral y ser aún más competitivo.
El marketing dice que el primer paso es: «desarrollar nuestra propuesta de valor, aspecto diferenciador, identificar nuestras oportunidades de mejoras y fortalezas, forma de hablar, manera de comportarnos, manera de vestir y nuestra estrategia de venta en el mercado laboral».
Continuar con el análisis del mercado laboral, competencias y herramientas adquiridas, costo de oportunidad y experiencias aprendidas a lo largo de nuestra carrera profesional para definir nuestra expectativa salarial o rango.
Y el desarrollo correcto de todas las herramientas de empleabilidad como el CV de alto impacto, tarjetas de presentación, manejo de redes sociales, preparación para entrevistas de trabajo, entre otros, nos conducirá al «nuevo empleo». Aquí vale la aclaración que este no necesariamente será un puesto tradicional en una empresa, el que resuelva el paradigma del empleo del siglo XXI.
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