”La marca personal enlaza tus pasiones, tus atributos claves y tus fortalezas, con una proposición de valor, dejando claro lo que te diferencia de los demás”
Tom Peters fue el primero en hablar de esto de la ‘Marca Personal’ en 1997. Toca hacerle caso de una vez.
Y, ¿por dónde empezar? Si os parece os cuento los pasos imprescindibles por los que sí deberíamos pasar.
1. Dotarse de unos conocimientos técnicos mínimos en el ámbito digital con el fin de lograr la soltura inicial para movernos con seguridad por este medio, para muchos por desgracia, desconocido. Algo, que además, os agradecerán vuestras organizaciones debido al importante gap tecnológico existente en un importante número de directivos.
2. Tener claro el objetivo es fundamental para no dar palos de ciego ni despistar a nuestros posibles seguidores. ¿Qué queréis? ¿afianzar vuestra actual posición? ¿demostrar vuestras aptitudes y conocimientos en un área determinada? ¿tener un perfil atractivo de cara a un cambio de posición o reinvención profesional?
3. Un DAFO nunca viene mal. Esa matriz en la que plasmar vuestras Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Os dará una visión real y actual de vuestra situación y os ayudará a detectar puntos que os diferencian del resto y a definir qué profesional queréis ser. Es una parte que considero imprescindible y tiene un nombre lapidario: autoconocimiento. ‘Para ser irreemplazable, uno debe buscar ser diferente’, dijo Coco Chanel.
4. ¿A quién queréis llegar? ¿Cuál es vuestro público objetivo? Tenéis que investigar y ver cuáles son sus perfiles, en qué redes están, qué cosas les interesan. Esa información os será de gran utilidad para luego aportarles valor en función de sus necesidades y preferencias.
5. Estrategia. Nada de improvisación. Debéis tener claro qué comunicar, dónde, cuándo, y cómo. Aquí incluiría la selección de medios. Tampoco os agobiéis. No hay que estar en mil redes sociales. Elegid en las que está vuestra audiencia. Ni más, ni menos.
6. Imagen. Por favor, cuidadla mucho. Es fundamental. Aquí sí que no hay segundas oportunidades. Elegid cuidadosamente vuestras fotos de perfil y de portada. La presentación, los colores… Que se vea bien desde cualquier dispositivo, que no pixele… siempre digo que un tuit, además de aportar valor debe, y puede, ser bonito.
7. Escapa del yo, yo, yo… y potencia el nosotros en vuestra comunicación. Escapad del autobombo, interactuad, conversad, participad en grupos de LinkedIn acordes a vuestros intereses, convertiros en referentes.
8. Humildad y sencillez. Ir de sofisticado y ‘sabelotodo’ espantará a vuestra comunidad. Nada de pedantería. Cercanía. Ya dijo Exupery que ‘la perfección se logra no cuando ya no se tiene nada que agregar, sino cuando no se tiene nada que quitar’.
9. On, on… pero el off es fundamental. Eventos, congresos. Hay que dejarse ver, interactuar, presentarse…
10. Y siempre, como decía al principio, con sentido común. No perdáis la coherencia. No queráis ir de lo que no sois porque es una carrera demasiado corta. Hacedle caso a Wilde: ‘sé tú mismo. Los demás puestos están ya ocupados’.
El entorno digital favorece el contacto entre personas y es una oportunidad que debemos aprovechar. Es una oportunidad excelente. Cualquier organización de éxito que se precie y con presencia en medios, tiene un CEO con una marca personal potente que representa y ‘viraliza’ los valores de la compañía allá donde va… también en el mundo digital.
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