Hace años, el renombrado Steve Jobs destacó la existencia de una única estrategia sencilla que distingue a los líderes de los jefes. Esta estrategia posee un carácter atemporal y tiene el potencial de revolucionar la forma en que los gerentes de equipos gestionan su trabajo.

ÉxitoLos grandes líderes reconocen que la microgestión y las directivas rígidas pueden actuar como obstáculos para el avance y desarrollo de un equipo. Steve Jobs, el brillante visionario que encabezó Apple, fue consciente de este principio fundamental y lo introdujo como una perspectiva innovadora en la empresa:

“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y decirles qué hacer; contratamos a personas inteligentes para que puedan decirnos qué hacer.”

Steve Jobs promovió con énfasis una cultura de confianza y empoderamiento, la cual se erige como un pilar fundamental en cualquier entidad organizativa. Esta filosofía sostiene que al incorporar individuos inteligentes y creativos a la plantilla, no se trata simplemente de dirigirlos siguiendo directrices preestablecidas, sino de capitalizar sus competencias para moldear la estrategia y el camino a seguir.

Tres áreas de enfoque

ReunionesAl igual que sucede con profesionales de alto rendimiento, los trabajadores del conocimiento se enorgullecen de su labor y persiguen el objetivo de proporcionar un servicio al cliente de excelencia. Además, demuestran un entusiasmo palpable por el progreso en sus carreras y la búsqueda activa de nuevas oportunidades de crecimiento. En este contexto, los líderes deben enfocarse en tres áreas fundamentales para motivar e inspirar a los trabajadores del conocimiento:

1. Redistribuir el poder de las decisiones

En primer lugar, es imperativo considerar redistribuir el poder de las decisiones. En una economía basada en el conocimiento, los métodos de gestión tradicionales, caracterizados por una dirección jerárquica donde la información fluye únicamente en un sentido, se tornan obsoletos con el tiempo.

Frecuentemente, los empleados poseen un conocimiento más profundo en sus áreas de especialización en comparación con sus superiores. Asimismo, suelen estar más conectados con las necesidades, preferencias y expectativas del cliente, lo que puede contribuir significativamente a la resolución de problemas, a la oferta de experiencias excepcionales al cliente y a la promoción de la innovación.

Como lo expresó en su momento el renombrado pensador de la gestión, Peter Drucker: «Los trabajadores del conocimiento deben autogestionarse y gozar de autonomía en sus labores».

2. Construir Comunidad

Como líder, la construcción de una comunidad sólida exige el desarrollo de relaciones profundas con los empleados más valiosos. Esto implica conocer a fondo quiénes son, incluyendo los acontecimientos que han moldeado sus vidas, sus aspiraciones y metas a futuro.

Al cultivar estas relaciones y conexiones sólidas, los líderes pueden fomentar una colaboración significativa, un elemento esencial para mantener un entorno de trabajo cohesionado.

Gerentes upskillingPara lograr este propósito, los líderes utilizan estas relaciones para asegurar una alineación efectiva entre los objetivos personales de los trabajadores y los objetivos comerciales de la organización. Asimismo, los líderes deben encontrar un equilibrio que permita la coexistencia de ambas perspectivas sin comprometer el rendimiento del negocio en caso de desacuerdo.

Además, los líderes deben reconocer la valiosa contribución de sus empleados en las decisiones relacionadas con la contratación y promoción, incluso delegando responsabilidades al equipo en la evaluación del desempeño de los nuevos integrantes para demostrar su confianza en su criterio.

En última instancia, asegurar un enfoque sólido en el trabajo en equipo requiere que los líderes dejen de lado sus egos y depositen confianza en la sabiduría colectiva del equipo.

3. Priorizar la Escucha Activa

Establecer relaciones personales sólidas con los empleados es esencial para asegurar que se sientan verdaderamente escuchados. Este enfoque requiere un liderazgo receptivo, donde los líderes atienden y valoren las opiniones de sus colaboradores, indagan en lo que es más significativo para ellos y los involucran activamente en la dirección que desean seguir. Steve Jobs, con claridad, enfatizó la importancia de escuchar en sus palabras:

«No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior.»

Si bien los líderes deben adoptar una escucha estratégica de las ideas y perspectivas de los miembros de su equipo, a menudo se presenta un desafío al bajar «escalones» en la jerarquía organizacional. Esto implica una inversión de tiempo, paciencia y una confianza sólida en la habilidad y capacidad de los demás. No obstante, cuando se abraza una postura más humilde y se perfecciona la técnica de la escucha activa, se puede transformar la dinámica.

La escucha activa implica captar de manera instintiva la narrativa de la otra persona, formular preguntas relevantes y fomentar conversaciones profundas, con el objetivo de comprender las ideas y necesidades de los demás. Este es el rasgo deseable en los líderes del futuro, la habilidad para responder y conectar con otros a través de la escucha atenta, eliminando obstáculos y propiciando el éxito de sus equipos.

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