¿POR QUE DESPERDICIAMOS TALENTO?

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Desafortunadamente, aunque necesarios y pragmáticos, estos cambios frecuentemente requieren veloces desvinculaciones y contrataciones, (“fire and hire” según la expresión en inglés), que conllevan a un desperdicio inadvertido de talento. Aún peor, las personas desvinculadas en razón de las tan frecuentes reestructuraciones, mudanzas de país, fusiones y procesos semejantes, muchas veces quedan en un estado de limbo, sin entender completamente por qué los desvincularon y sin preparación para conectarse con otras organizaciones sedientas de las mismas capacidades y conocimientos que ellos supieron desarrollar.

Entonces, si el talento tiene tanto valor para las organizaciones, ¿por qué lo desperdiciamos? -se pregunta Greg Simpson, Career Transition Practice Leader de Lee Hecht Harrison. Si el foco principal de la estrategia de capital humano es encontrar, desarrollar y retener talento, ¿cómo hacerlo cuando las competencias necesarias para tener éxito hoy son diferentes de las de hace un año atrás y seguramente diferentes a las de mañana?

La tensión entre la necesidad de moverse rápidamente, contratar y desvincular requiere un abordaje más holístico. El escenario muestra un enorme desafío para todos los que trabajamos en los temas de transición de carrera: ¿Cómo ayudamos a nuestros clientes a planificar el cambio en la fuerza laboral?

Durante muchos años la metodología tradicional del Outplacement o Transición de Carrera tuvo su foco principal en dar apoyo individual a los candidatos fortaleciéndolos con las competencias y actitud necesarias para acceder a otros puestos. En la última década se hizo foco en achicar los tiempos de colocación mediante el uso de tecnología, con especial hincapié en los job postings virtuales, complementando el rol del coach de carrera experimentado.

Hoy necesitamos ya no un cambio sino una transformación de la fuerza laboral, en la que las empresas puedan planificar y, en aquellos casos posibles, actuar antes de la fecha de finalización,
para acortar el tiempo de colocación y proteger la marca empleadora.

La pieza faltante del rompecabezas ha desembarcado para quedarse: los brokers de talento. Alguien que pueda hacer de nexo entre las empresas que desvinculan talento y las que lo necesitan, conociendo en profunidad las problemáticas y las necesidades de ambas. Alguien que conozca los atributos personales y profesionales del talento desempleado y los requerimientos de la organización contratante.

Desde este enfoque en Lee Hecht Harrison estamos liderando esa transformación, a través del nuevo paradigma al que llamamos Active Placement.