Toda gran obra inicia como un sueño de una o varias personas. La capacidad de imaginarse cosas no existentes y buscar la forma de llevarlas a la realidad es uno de los aspectos que mantiene a la humanidad avanzando constantemente. La tecnología y los cambios de paradigmas han permitido que la velocidad y el impacto de las mejoras sea cada vez más rápida.
Es por eso que varios inversionistas y emprendedores a la vanguardia de la innovación, han adoptado el concepto 10X, refiriéndose a innovaciones que pueden generar una mejora 10 veces mayor que el punto de referencia vigente. El gigante de Internet Google incluye éste como uno de sus principios de innovación, resaltando la importancia de innovaciones radicales versus innovaciones incrementales. Es decir, en vez de buscar que un producto mejore la experiencia del usuario en un 10%, se busca que el producto o servicio sea al menos 10 veces mejor.
Esta mentalidad debería ser una guía fundamental para emprendedores y personas buscando mejorar productos y servicios o iniciar empresas nuevas que pueden transformar una industria. De esta forma, al evaluar una idea, el emprendedor puede empezar por preguntarse: ¿de qué forma se puede medir la experiencia actual del consumidor con el producto o servicio? ¿Qué representaría una mejora 10X? ¿Cumple mi idea con este propósito? Si no, probablemente vale la pena replantear el problema o necesidad en la que se desea enfocar hasta encontrar un enfoque con el que se pueda lograr dicha mejora.
El mismo concepto es aplicable a la mejora de procesos, donde el objetivo es incrementar eficiencia o capacidad de tal forma que el resultado sea 10 veces más rápido, menos costoso o de mejor calidad.
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