Ya sea para ingresar a una empresa o a una escuela de negocios, es necesario tener claro ciertos puntos para ser elegible. Por más experiencia que se tenga, nunca se está totalmente preparado.
1. Objetivos claros. Es vital que los postulantes expliquen muy bien por qué desean cursar un MBA, cuáles son sus metas y planes a futuro. Es conveniente demostrar entonces que se tiene certeza de la elección, de lo contrario parecerá ser una persona indecisa, y esto puede perjudicar la postulación. “Si alguien no tiene claro por qué quiere entrar en el MBA, no tendrá motivación”. Como consejo, se dice que cuando se le pregunte por planes a futuro, mencione aquellos ligados al mundo profesional y que no superen los cinco y 10 años. Por ejemplo, se podría decir que se está postulando al programa para formar un negocio negocio, y es a través del MBA, en este caso, que busca adquirir ciertas habilidades que serán importantes para lograr ese objetivo.
2. Mencionar experiencia. Para cada MBA se piden ciertos años mínimos de experiencia laboral, y es importante demostrar que se han tenido, porque se busca que los candidatos que ingresen le agreguen valor a la clase. “Finalmente, cada persona enseñará mediante su experiencia ciertos conocimientos a los demás estudiantes. Para la escuela es relevante que los admitidos agreguen valor y apoyen a los demás”.
3. Ejemplificar las fortalezas y debilidades. No es suficiente decir que se es proactivo o se trabaja muy bien bajo presión. Lo que hace la diferencia es mencionar un caso personal donde se haya demostrado esa actitud. Es aconsejable que ese ejemplo sea personal y no grupal, mucha gente habla del “nosotros hicimos” cuando lo que el entrevistador quiere escuchar es “yo hice”: se necesita saber cómo el candidato enfrentó la situación, no cómo el grupo lo encaró.
Además, que entre las habilidades más apreciadas está el trabajo en equipo, manejo del estrés, actitud profesional e inteligencia emocional. Tolerar el estrés, por ejemplo, se pide porque “cada MBA es bastante pesado y es bueno saber que se puede manejar esa intensidad”.
4. Actualizarse en temas globales. Es importante conocer esto, pues se quiere saber cómo lo aplicará la persona en la industria en la cual trabaja. Todo esto “dice mucho de lo que es la persona, de alguien que desea estar actualizado y saber qué pasa en el mundo”.
5. Tener claro por qué se escogió esa escuela de negocios: No importa si se postula a una empresa o b-school, hay que demostrar que es ahí donde se quiere estar. “Si el candidato no está seguro que sea la escuela para él, es señal de indecisión, y eso sólo puede dañar la imagen que se tiene de esa persona”.
6. Buena presentación y puntualidad. A veces parece ser un simple consejo, pero nunca está de más recordarlo. Dentro de este punto, se agrega el ser directo y sincero, porque a veces hay candidatos que ante una pregunta que no saben qué contestar prefieren hablar mucho, creyendo que es más conveniente que decir no sé. Sin embargo, los entrevistadores quieren que se conteste a la pregunta y no cualquier cosa.
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