En muchas ocasiones, la principal razón por la que los directivos abandonan una organización es la falta de motivación. Este efecto es compatible con el hecho de que muchas compañías estén preocupadas por sus estrategias de recursos humanos dirigidas a conseguir la retención de las personas clave.
El primer paso para evitar o reducir la rotación de los equipos humanos es que la organización tome conciencia de que las personas son tan importantes como los clientes y los accionistas. Lograr que las decisiones empresariales sean coherentes con este principio exige:
• Crear un proyecto consistente que haga que las personas obtengan satisfacción por participar en él.
• Mantener un alto nivel de transparencia en las decisiones clave.
• Asumir una posición de liderazgo que permita el crecimiento personal de los profesionales.
• Formar y desarrollar a los equipos humanos para incrementar su empleabilidad.
• Estimular el trabajo en equipo.
• Favorecer e incentivar la transmisión de conocimientos.
• Diseñar estrategias y políticas de recursos humanos que favorezcan el equilibrio entre la vida personal y profesional de los colaboradores.
• Hacer del trabajo una fuente de satisfacción.
En los últimos años, algunos de los paradigmas de la gestión de recursos humanos han saltado por los aires. Los modelos antiguos no son válidos cuando nos enfrentamos con situaciones profesionales de jóvenes que han cambiado tres o cuatro veces de empresa y que valoran más la motivación o el riesgo que el prestigio o nombre de la compañía.
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