Los buenos líderes quieren identificar a los mejores integrantes de los equipos de trabajo y lo quieren hacer lo antes posible para aprovechar al máximo su capacidad y poder encauzarlos en el camino correcto. ¿Pero qué se busca en un empleado excepcional? Algunos jefes buscan productividad, otros buscan confianza, algunos prefieren la obediencia y otros la capacidad de liderar. Pero para encontrar a un gran trabajador, que sea integral, hay que prestar atención a estas cinco características.

Están dispuestos a retrasar la gratificación

Una cosa que un empleado excepcional nunca se dice es, «Eso no está en mi descripción del trabajo» porque los empleados de calidad trabajan fuera de los límites de las descripciones formales de su trabajo. Ellos no se sienten intimidados; en vez recular ante un desafío lo aceptan para ganar reconocimiento o compensación y demostrar que son buenos en lo que hacen. Prefieren demostrar sus habilidades o capacidades para aprender antes que la compensación inmediata por trabajar de más. Eventualmente, estos empleados demandarán más cosas y con justa razón porque demostraron que lo valen.

Pueden tolerar conflicto

Los empleados excepcionales no buscan el conflicto, pero a decir verdad tampoco le escapan . Son capaces de mantener su compostura durante la presentación de sus posiciones con calma y lógica. Son capaces de resistir los ataques personales en pos del objetivo mayor y nunca usar esa táctica así ellos mismos. Pero es indicador de personalidad que discutan y presenten objeciones si están convencidos que están en lo correcto.

Controlan su ego

Los empleados que sobresalen del resto tienen egos. Mientras que esto es parte de lo que los impulsa, nunca le dan a sus egos más peso que lo que se merecen. Están dispuestos a admitir cuando se equivocan y dispuestos a hacer cosas la manera de otros, ya sea porque la otra manera es mejor o que es importante para mantener la armonía del equipo.

Nunca están satisfechos

Los mejores trabajadores tienen convicciones, mucho más que la media, que las cosas siempre puede ser mejor y tienen razón. Nunca se termina de aprender y crecer, y no hay tal cosa como «lo suficientemente bueno» cuando se trata de la mejora personal. No importa lo bien que van las cosas, los empleados excepcionales deben mejorar, sin olvidar darse una palmadita en la espalda para la motivación.

Son agradables

¿Qué quiere decir agradables? Quiere decir que los empleados excepcionales son bien vistos por sus colegas dentro de la organización. Tienen habilidades de integración y control además de muchas veces ejercer el rol de líderes aunque no lo sean formalmente. Fuera de la organización, se les puede confiar sin ninguna duda la tarea de representar la marca. Son grandes embajadores en el exterior de la empresa y saben cómo hacer quedar bien a la compañía.

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