Buena parte del trabajo como supervisor de un grupo de personas que buscan cumplir un objetivo común es justamente no pensar en el objetivo como fin último de la labor, sino en las personas que harán posible que éste sea cumplido.

Buena parte del trabajo de un jefe de un grupo de personas que buscan cumplir un objetivo común es justamente no pensar en el objetivo como fin último de tu labor, sino en las personas que harán posible que éste sea cumplido. Por tanto, encontrar las palabras adecuadas para alentar a tus empleados a llevar a cabo su labor de la mejor forma posible es una de las tus obligaciones como líder.

1. No te preocupes

Imagina que el empleado que acabas de contratar le envía un correo incompleto a todos tus clientes. El buzón de quejas está a reventar, por lo que tienes dos opciones: decirle cuánto se ha equivocado y reprenderlo o decirle que no se preocupe. Si algún miembro de tu equipo de trabajo comete un error y lo reporta, sería una pérdida de tiempo que lo alteres y lo preocupes por algo que claramente fue una equivocación. A menos que el trabajador sea poco productivo, errático o si implica un riesgo para la empresa, procura que mantenga la confianza en sí mismo con palabras de aliento.

2. ¿Qué hemos aprendido?

Muchas de las experiencias dentro de un equipo de trabajo pueden utilizarse como herramientas de aprendizaje para establecer mejores relaciones laborales y para llevar a cabo un mejor trabajo. Tomemos el ejemplo del apartado anterior: en lugar de reprender a un empleado por haber cometido una equivocación, puedes preguntarle a todo tu equipo cuál es el aprendizaje que dejó esta experiencia. “Cómo líderes, es nuestra responsabilidad orientar e instruir a nuestro equipo acerca de cómo aprender de los errores, en lugar de temerles”, de acuerdo con The Fast Company.

3. Di lo que piensas

Alentar a los miembros de tu equipo de trabajo a decir lo que piensan te ayudará a conocer la verdadera opinión que tienen sobre ti, sobre el equipo y sobre la empresa. Puede que no siempre estés de acuerdo con lo que dicen tus empleados, pero es preferible estar entre personas que no tienen miedo de hablar, que entre puros hombres y mujeres que sólo dicen sí mientras mueven la cabeza de arriba a abajo, según información de The Fast Comany. Los verdaderos líderes saben que las mejores ideas no dependen de un puesto o de cierta formación, sino de la conciencia de que una sola persona no puede tener las respuestas a todo, por lo que una buena comunicación que fortalezca el trabajo en equipo te ayudará a que consigas tus metas.

4. Te apoyo

Imagina que estás compitiendo por lograr ese contrato por el que tanto has trabajado. Imagina también que estás convencido de que no puedes fallar, que conseguirás que el cliente quede encantado con tu propuesta. Sin embargo, muchas veces sucede que tanto tú como los miembros de tu equipo de trabajo cometen un error y lo único que todos piensan es: ¿quién fue el culpable? Sin embargo, lo mejor que puede hacer un verdadero líder es asumir la responsabilidad de los errores de su equipo y mostrar el apoyo y la lealtad necesarios para que el proceso laboral continúe.

5. NO

De acuerdo con The Fast Company, el ex CEO de Apple, Steve Jobs, solía decir que estaba orgulloso tanto de las cosas que no había hecho como de las que sí había realizado. “Innovar es decirle que no a 1,000 cosas”. La agenda de un líder siempre está llena de cosas por hacer, pero en muchos casos, las personas no sabemos cuándo decirle que no a una labor que no está directamente relacionada con nuestro trabajo o que puede ser fácilmente delegada a uno de los miembros del equipo. “No es una palabra muy poderosa y una herramienta a utilizar para asegurarte de que estás concentrado en tu trabajo y de que no irás encontrando nuevas distracciones a cada paso”, explica el sitio de Internet.

6. No sé

Muchas personas piensan que, durante una entrevista de trabajo, por ejemplo, admitir que uno no sabe la respuesta a una pregunta conducirá inevitablemente a una fatalidad. Sin embargo, saber admitir la falta de conocimiento y tener la motivación para corregirla es una muestra de liderazgo mucho mayor que pretender que uno lo sabe todo. Saber demostrarle a tu equipo de trabajo que aunque no conoces todas las respuestas, entre todos pueden conseguir un fin común, es una cualidad sumamente apreciada de los verdaderos líderes.

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