Es frecuente quejase en algunas empresas por la rotación de personal. Una alternativa para evitarlo es cuidar al personal. La falta de organización del trabajo, el trabajar a presión permanentemente, produce desgaste. Para cuidar a las personas del grupo de trabajo se proponen simples acciones como las que se detallan a continuación, sin desmedro de agregar otras que por las características de su organización deban ser implementadas, como por ejemplo, horas extras, feriados compensatorios, y otras flexibilidades que sin duda redundarán en un mejor funcionamiento del equipo y en consecuencia de las metas de la empresa.
Exceso de tareas y urgencias
Esto tiene sentido en un proyecto que arranca, pero sólo durante un periodo de tiempo muy delimitado. Con el tiempo, ha de imponerse un sistema organizativo que reparte tareas con criterio y eficacia.
Falta de organización
Tiene que ver con el primero: por atender el día a día, no hay organización, hay un exceso de tareas.
Presión por los resultados a corto plazo
A medio plazo pueden ser buenos. Pero el Urgente permanente «quema» al empleado y no es bueno a largo tiempo.
Valorar más la presencia que la eficacia
El presentismo es un defecto de otros tiempos. Estar mucho tiempo en un tiempo de trabajo no es sinónimo de eficacia ni de compromiso. Es mejor medir la productividad que las horas que se pasan en la oficina.
Falta de autonomía
Ni se escucha ni se cuenta con las ideas de los empleados, ni se les otorgan responsabilidades.
Falta de reconocimiento
Esto se vincula a una falta de posibilidades de desarrollo profesional.
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