Ernesto Sábato dijo: “Como somos al dibujar una letra, somos en la guerra y en el amor”. Simplemente, somos como escribimos. Ningún pensamiento, ningún impulso dejará de verse en nuestra escritura siendo la hoja el espacio en el cual proyectamos la totalidad de nuestro ser.
Así como no hay dos personas iguales, no hay dos letras iguales. Lo que decimos y escribimos en el papel es el resultado de complejos mecanismos que se originan en el cerebro.
En la selección de personal es fundamental integrar los aportes de la grafología con la psicología porque la escritura refleja la estructura de la personalidad total de una persona, es decir: su capacidad mental, cómo se organiza, cómo siente, cómo toma decisiones, cuánta energía pone en su trabajo, si tiene tendencia a la introversión u extroversión, su equilibrio interior, los vaivenes de sus emociones, sus miedos, su grado de madurez, si es generosa o egoísta, si es sincera o mentirosa, si los fracasos la deprimen o estimulan, etc…
Ventajas:
Comparación entre lo dicho y lo escrito: Poder comparar la producción de la persona en la entrevista y el contenido de sus respuestas con el análisis de la escritura, ya que de esta manera podemos minimizar el engaño y la mentira que está presente en algunos postulantes al cargo. Cuando mencionamos la mentira esta puede ser interpretada de diferentes maneras desde los conocimientos que nos brinda la psicopatología. Puede ser vista como una manera de compensar la baja autoestima, como un intento de manipulación, como un manejo psicopático, como expresión de una persona narcisista, etc.
Discreción: El candidato puede ser analizado sin la necesidad de estar presente.
Rapidez: En muy breve tiempo puede encontrarse quién es la persona indicada y quien no para el puesto vacante. Esto ahorra también mucho tiempo al empleador.
Certeza: La máxima ventaja de la grafología es que se puede determinar el nivel de honestidad y sinceridad de una persona, cosa que no ofrecen otras pruebas psicológicas de personalidad.
Lic. Gabriela Fusina – Lic. Nilda Ruiz