Antes de que la CGT llame a un paro nacional, el Gobierno se apuró y convocó a una mesa ampliada de sindicalistas para discutir la reapertura de las paritarias. Con la firma de un decreto, el Presidente dispuso un incremento voluntario de entre 2,5% y 5% en julio y agosto a cuenta de la cláusula de revisión, con lo que, de mínima, elevó al 20% la pauta salarial oficial.
«Es generar un puente de la variación en la inflación. Acordamos continuar el diálogo el próximo martes», anunció el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al término del encuentro con los sindicalistas. Con estas medidas, el Ejecutivo cree que quedó desactivado el paro.
La Casa Rosada citó a un grupo de dirigentes más allá de la cúpula cegetista, que estaba a la espera de confirmar la fecha de un paro nacional. El clima se había tensado anteayer cuando el líder sindical Hugo Moyano advirtió que si no se mejoraba la propuesta salarial a los camioneros iban a anunciar una medida de fuerza. El sector que lidera su hijo, Pablo Moyano, reclama una suba de 27 por ciento de los salarios. En este mismo contexto, la CGT iba a definir por la tarde la fecha del paro.
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