Atrás quedaron las épocas en que los cargos eran para toda una vida y la mejor oficina era la más grande, inaccesible y distante. Ahora se trabaja por proyectos, para diversas empresas y clientes y ocupando distintos roles. Por eso, la flexibilidad es indispensable. Eso se traduce en el uso del espacio y así nace el llamado “coworking”. Se trata de espacios compartidos, cómodos y en los que se fomenta el diálogo, la comunicación y el trabajo en equipo.
Debido a las facilidades de conexión, las reuniones pueden mantenerse en forma virtual y el espacio de oficina trasladarse a cualquier ámbito. Las oficinas quieren responder a esa demanda de diversidad y multiplicidad, con espacios eficientes, sustentables, sin divisiones. Se busca acercar las relaciones entre empresa y empleados y conciliar lo personal con lo profesional.
Para las organizaciones que invierten en este tipo de diseños, sus empleados son su capital más valioso y es por eso que los cuidan mejorando su entorno. Un empleado satisfecho, se comprometerá más con su trabajo, mejorará su rendimiento, su eficacia y de este modo, generará valor sustentable para la empresa en su totalidad.
Los desafíos en el ámbito laboral son constantes y cambiantes. La mejor forma de encararlos es con trabajadores comprometidos en crear su futuro y el de su empresa. Después de todo, son ellos quienes crean la cultura organizacional. Si se encuentran en un espacio que los representa, se sentirán más cómodos y a gusto para enfrentar esta ardua tarea.
Lee Hecht Harrison lo asesora para que grupos e individuos aprendan a afrontar el cambio, fortalezcan su compromiso y mantengan la productividad. Haga click aquí para más información.