No todos poseen de manera natural las cualidades de líder. A continuación se presentan seis consejos sobre cómo puede mejorar sus habilidades de liderazgo.
Figuras destacadas como Hillary Clinton, Ursula Burns, Mary Barra e Indra Nooyi han alcanzado el estatus de gurús gracias a su éxito como líderes. ¿Qué es lo que distingue a estos individuos de aquellos que nunca logran destacarse? ¿Se debe a un coeficiente intelectual excepcionalmente alto, a un carisma innato o a una red de contactos impresionante?
Quizás haya ciertos factores que influyen, o quizás estos líderes han trabajado arduamente para desarrollar sus habilidades. Si tu objetivo es convertirte en un líder más sólido y efectivo, a continuación se presentan seis consejos que puedes seguir.
1. SÉ CONSISTENTE
Uno de los estudios más extensos sobre liderazgo fue llevado a cabo por Barry Conchie, presidente de la firma de investigación y consultoría de liderazgo ejecutivo Conchie Associates. A través de entrevistas a más de 20,000 personas en todo el mundo, Conchie indagó sobre las cualidades que los empleados más admiraban en sus superiores. La característica principal identificada fue la capacidad de comunicar estabilidad.
En otras palabras, es necesario aprender a asegurar a tu equipo que, sin importar las circunstancias, los valores fundamentales nunca serán comprometidos. Conchie afirma: “Si las personas perciben que tus valores son descartables, te verán como superficial”.
Cuando las cosas van bien, es probable que esta habilidad se desarrolle de manera automática. Sin embargo, se vuelve más difícil durante períodos de dificultad en la empresa. Es en estos momentos cuando se requiere un esfuerzo adicional para demostrar a tus empleados que ciertos principios siguen siendo válidos. “Esto puede ser un compromiso global de la empresa, como asegurar que siempre se hará un esfuerzo adicional para los clientes, o puede ser a nivel más individual, como un supervisor de primera línea que promete consultar a su equipo antes de tomar una decisión importante”, explica Conchie.
Es crucial perfeccionar tus ideales y tener claridad sobre dónde te encuentras, además de trabajar para transmitirlos en tus mensajes diarios con el equipo.
2. SÉ AMABLE
El refrán popular sostiene que “atraes más moscas con miel”, es decir, debes ser amable. Barry Conchie afirma: “Si no transmites una sensación de cuidado hacia las personas que trabajan para ti, entonces es probable que no se preocupen mucho por ti. Los gerentes que realmente aprecian a su equipo cosechan grandes beneficios mutuos”.
Ser un líder amable no solo motivará a tu equipo a esforzarse más, sino que también les otorgará empoderamiento para lograr más. Según el estudio de Conchie, la compasión está altamente correlacionada con tasas de rotación bajas y un fuerte compromiso de los empleados.
Además, es importante dedicar tiempo cara a cara con cada empleado, incluso un poco puede marcar la diferencia. Conchie sostiene: “El líder promedio pasa muy poco tiempo interactuando individualmente con las personas y muestra poco interés en sus vidas. Descubre lo que está sucediendo en sus vidas personales”.
3. SÉ CONFIABLE
La confianza es fundamental tanto en las relaciones personales como en el entorno laboral. Al igual que no saldrías con alguien que no fuera honesto contigo, la confianza desempeña un papel igualmente importante en el lugar de trabajo. Según la investigación de Conchie, la confianza en un líder puede aumentar hasta seis veces el compromiso de los empleados, así como la velocidad y la eficiencia con la que trabajan.
Barry Conchie afirma: “El liderazgo no se te otorga automáticamente una vez que obtienes un determinado título, ni puede ser conferido por tu jefe. La verdadera autoridad para liderar proviene de las personas que te siguen. Tu equipo se comprometerá contigo si les dices la verdad, no los sorprendes y compartes información”.
Convertirse en un líder digno de confianza no ocurre de la noche a la mañana. Requiere tiempo y esfuerzo, pero es importante asegurarse de que tus empleados sepan que cumplirás tus promesas y operarás con transparencia. Conchie sostiene: “La confianza se basa en comportarse de manera predecible en todo momento. Haz exactamente lo que dices que harás, sin excepciones”.
Además, es fundamental desarrollar sistemas metódicos para abordar los problemas que puedan surgir. Al preguntar a los participantes si podían prever de manera confiable las acciones de sus líderes en cualquier circunstancia, algunos empleados estuvieron de acuerdo en que siempre tenían una idea clara del plan. Por otro lado, otros describieron a gerentes volubles que cambiaban de opinión sin motivo. Esto marcaba una gran diferencia en la percepción de los líderes.
Construir confianza también implica ser transparente y poner los hechos sobre la mesa. Es importante ser claro acerca de cómo se abordará cada situación. Conchie aconseja: “No intentes proteger a las personas de la verdad. En su lugar, considera que es un viaje compartido en el que están navegando juntos”. Es así como se fomenta la camaradería y la confianza.
4. MIRA EL LADO POSITIVO
El eslogan presidencial del expresidente Obama, “Sí, podemos”, fue tan impactante que infundió esperanza y optimismo en un montón de personas. Y eso es precisamente lo que los líderes fuertes son capaces de lograr. Barry Conchie afirma: “Ellos cultivan la sensación de que el futuro será mejor que el presente”. Según su investigación, el 75% de las personas cuyos líderes les generaron entusiasmo por el futuro estaban comprometidas en su trabajo, en comparación con solo el ocho% bajo la influencia de supervisores menos inspiradores.
Para poner en práctica este enfoque, comienza por preguntarte a ti mismo y a tu equipo qué están entusiasmados por lograr. Conchie advierte: “Esto se trata de sentirse con un propósito y decir que podemos mejorar las cosas haciendo XYZ”. Luego, organiza reuniones en torno a esos temas, desarrollando un plan realista.
Un último consejo: al finalizar las reuniones regulares del personal, concluye con una idea inspiradora, como un proyecto en el cual los empleados realmente pueden marcar la diferencia. Asegúrate de que cada miembro del equipo salga con la creencia de que pueden contribuir de manera positiva.
5. HAZ QUE OTRAS PERSONAS TENGAN ÉXITO
Cuanto más sólido sea tu equipo, mayor será tu alcance y poder como líder. Joanna Barash, autora de “How Remarkable Women Lead”, sugiere que consideres las fortalezas de tus empleados y cómo puedes potenciar el potencial de cada persona. Para lograr esto, propone programar reuniones individuales con cada empleado para comprender sus habilidades. Algunas preguntas clave podrían ser:
– ¿En qué actividades diarias te sumerges tanto que pierdes la noción del tiempo?
– ¿Qué actividades te llenaban de energía y emoción cuando eras niño/a?
– ¿Qué cualidades valorabas en ti mismo/a cuando eras niño/a, en la escuela secundaria, en la universidad y ahora?
Mediante estas preguntas, no solo descubrirás las tareas que tus empleados encuentran más satisfactorias, sino que también podrías identificar nuevas áreas de talento que aún no se han desarrollado por completo. Por ejemplo, si un empleado recuerda su tremenda creatividad en su infancia, considera incluirlo/a en una próxima sesión de lluvia de ideas para aportar nuevas ideas al equipo.
Según Barash, cuando las personas se sienten valoradas y escuchadas, se mantienen motivadas y comprometidas en el trabajo. Además, un estudio de la Universidad de California, Riverside, encontró que cuanto más positivamente los gerentes ven a sus empleados, mejor es su rendimiento. Por lo tanto, reconocer y apreciar las fortalezas individuales de tu equipo puede tener un impacto significativo en su desempeño y en el éxito general de tu liderazgo.
6. SÉ DUEÑO DE TUS DECISIONES
Existe un cambio de mentalidad fundamental que se requiere para convertirse en un líder exitoso: en lugar de verse a sí mismo como un empleado pasivo que simplemente cumple su trabajo dentro de las limitaciones de su posición u organización, se debe asumir la responsabilidad de dirigir la propia trayectoria.
Según Joanna Barash, los líderes irradian confianza, acción y un sentido de propósito que todos deseamos seguir. Ella afirma: “Incluso si hay cosas que no puedes cambiar, reconoce que siempre tienes una opción”. Para comenzar a tomar el control de tu carrera profesional, es importante tener una visión clara de lo que deseas lograr. Barash sugiere: “Comienza por ser consciente de cómo te sientes a lo largo del día. ¿Tienes energía, concentración y descanso adecuados? ¿Eres feliz y optimista emocionalmente? ¿Estás involucrado en actividades que te importan espiritualmente?”. Si experimentas algún síntoma negativo, utilízalos como pistas para investigar qué obstáculos te detienen y hacia dónde dirigirte a continuación.
No dudes en buscar la perspectiva de amigos cercanos. Habla con personas que sabes que serán objetivas y no simplemente te brindarán comprensión. “Los líderes reflexionan profundamente sobre sus pensamientos y sentimientos para comprender qué los impulsa”, señala Barash. “Luego, eligen realizar cambios en una dirección que les permita prosperar”. Al adoptar este enfoque reflexivo y proactivo, podrás tomar decisiones más conscientes y avanzar hacia el éxito en tu trayectoria profesional.
El objetivo es que puedas descubrir lo que es más importante para ti y cómo acercarte a ello. La esperanza radica en encontrar esa claridad y en tomar acciones concretas para seguir ese camino.
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