“Si no te sigues a ti mismo, ¿por qué debería alguien más?”, Maxwell
En su libro «El talento nunca es suficiente», John C. Maxwell – Especialista en Liderazgo- sostiene que la diferencia entre los talentosos y los verdaderamente exitosos es que éstos logran implementaciones exitosas del talento. Maxwell propone una serie de dimensiones a atender para que el talento natural se manifieste en acciones efectivas. Cada una de ellas requiere una reflexión.
CONVICCIÓN: Nos lleva a creer en nuestro propio potencial, en nosotros mismos y en nuestra misión. Creer en nosotros mismos eleva el propio talento.
PASIÓN: Crea el “fuego interno”, el combustible necesario para que nos sobrepongamos a cualquier obstáculo. Es la base de la excelencia, la llave para el éxito, aquello que contagia positivamente. Para descubrir qué nos apasiona, Maxwell sugiere tres preguntas: ¿por qué cantamos?, ¿por qué lloramos?, y ¿por qué soñamos?. La pasión estimula nuestro talento natural.
INICIATIVA: Es lo que nos impulsa a tomar acción, a avanzar sin esperar que todo esté perfecto. Abre la puerta a las oportunidades. Activa nuestro talento.
FOCO: Es esencial para todo aquel que quiera sacar lo mejor de su talento, porque lo direcciona.
PREPARACIÓN: Nos permite pararnos adecuadamente ante los posibles escenarios que nos traiga la vida.
PRÁCTICA: Es lo que afina nuestro talento y conduce a un desempeño consistente y a un desarrollo sostenido. Nos permite el descubrimiento de nuevas oportunidades de mejora.
PERSEVERANCIA: Implica terminar lo que comenzamos y no desistir ante las dificultades. Nos permite realizar nuestro destino a partir de nuestra determinación. Es lo que sostiene al talento.
VALOR: Nos permite asumir los riesgos de la vida y vivir sin arrepentimientos permanentes, reafirmando nuestras convicciones ante cada desafío. Pone a prueba nuestro talento.
DISPOSICIÓN AL APRENDIZAJE: Es el deseo de escuchar, conocer y aplicar. Es lo que expande nuestro talento.
CARÁCTER: Está compuesto por cuatro elementos: autodisciplina, valores centrales, sentido de identidad e integridad. Los talentosos superan con su carácter la adversidad, hacen las cosas que consideran correctas y toman el mando de sus vidas. El carácter es lo que protege nuestro talento.
RELACIONES: Están vinculadas con experiencias compartidas, reciprocidad y confianza, y tienen influencia decisiva en el encuentro de circunstancias propicias para expresar nuestro talento.
RESPONSABILIDAD: Es la habilidad de dar a cada circunstancia una respuesta consciente. Es lo que fortalece nuestro talento.
TRABAJO EN EQUIPO: Divide el esfuerzo y multiplica el efecto. Es lo que multiplica el talento.
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