La clave está en invertir su tiempo de la manera más productiva, no solo por el bien de su organización, sino para su propio desempeño.
La complejidad de temas de quien dirige una organización necesita tres acciones concretas que colaboren con la eficacia que el Líder requiere en su desempeño. La primera es la Regla del 80/20, la segunda la clasificación de las tareas y la tercera un horario.
Regla 80/20: Determine qué 20% de las actividades producirá el 80% de resultados. Esto lo acercará más a sus metas.
Clasificación de la Tareas: “A” tareas con alta prioridad que deben ser realizadas inmediatamente.
“B” tareas moderadamente importantes que pueden ser realizadas después de las tareas “A”.
“C” tareas con menor importancia que se pueden abordar en su tiempo libre.
Creación de un horario: Establezca plazos para cada tarea y estime el tiempo necesario para completarla. Cree un horario, teniendo en cuenta las tareas que pueden estar vinculadas entre sí para aumentar la productividad. Por ejemplo, puede unir algo de menor prioridad con algo de mayor importancia.
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