Todos tenemos presente la necesidad de comunicarnos bien para sacar adelante proyectos e ideas y para lograr que nuestra organización funcione mejor. Comunicar bien es fundamental en el desarrollo profesional y personal. Sin embargo, cuando pensamos en nosotros mismos como comunicadores tendemos a imaginarnos hablando ante una audiencia: en una reunión, un congreso o un evento. Pero, ¿qué pasa con la comunicación escrita?
En la vida real, ambas habilidades, oral y escrita, conviven sin mayor problema dentro del entorno profesional. Así, las llamadas telefónicas se complementan con correos electrónicos y cartas, y las reuniones se apoyan en informes y presentaciones. Entonces ¿cuál es el motivo para descuidar la comunicación escrita?
La escritura profesional no implica dar rienda suelta a la creatividad ni tratar de ganar un premio Pulitzer. Consiste en aprender a organizar ideas y expresarlas de modo claro. Esto está al alcance de cualquiera que esté dispuesto a dedicarle algo de tiempo y esfuerzo.
Una buena comunicación escrita tiene la capacidad de mejorar las relaciones laborales y ayudar al correcto funcionamiento de la organización. Sin embargo, una comunicación escrita descuidada o confusa entraña grandes peligros. ¿Quién no se ha sentido irritado alguna vez ante la necesidad de leer un texto al que no podemos dar sentido? Escribir correctamente, no sólo nos ahorra tiempo a nosotros, ahorra tiempo y esfuerzo a nuestro destinatario propiciando un trabajo más fluido.
Logre que los líderes dentro de su organización sean verdaderos impulsores y ejecutores de estrategia de negocios, con los programas de Desarrollo del Liderazgo de Lee Hecht Harrison. Haga click aquí para más información.