De acuerdo al informe, América Latina y el Caribe tiene tasas de adopción de tecnologías digitales más bajas que países similares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dejando mucho espacio para una mejora en la productividad. Las trabas generalmente encarecen el precio de la tecnología que sirve para mejorar la productividad.
Por ejemplo, los teléfonos inteligentes y las tabletas en algunos países de la región son los más caros del mundo. Los aranceles e impuestos sobre la tecnología podrían estar frenando el crecimiento del PIB per cápita en más de 1 punto porcentual al año en toda la región.
«Con mayor tecnología viene mayor productividad», dijo el autor principal del informe Mark A. Dutz, economista principal de la Unidad global de Macroeconomía, Comercio e Inversión del Banco Mundial. «Las compañías pueden bajar los costos variables, ampliar la producción, llegar a más mercados, hacer más dinero y mientras tanto generar más y mejores puestos de trabajo».
Estudios realizados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México encontraron que los trabajadores menos capacitados pueden, y muchas veces lo hacen, beneficiarse de la adopción de tecnologías digitales. Asimismo, la tecnología puede tener un impacto significativo tanto en trabajadores como en empleadores al facilitar la información sobre oportunidades laborales y facilitar la búsqueda.
Las plataformas comerciales en línea también nivelan el terreno entre pequeñas y grandes empresas que buscan acceder al mercado internacional. Las transacciones internacionales por Internet benefician de gran manera a las pequeñas empresas, que suelen contratar un número relativamente mayor de trabajadores menos capacitados.
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