TELETRABAJO: EL 48% DE LAS EMPRESAS LO IMPLEMENTA PARCIALMENTE

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Las prácticas de trabajo a distancia avanzan en las organizaciones y son muy valoradas a la hora de elegir en qué empresa trabajar.

Una amplia mayoría de quienes trabajan en empresas tienen opiniones positivas respecto del trabajo a distancia. ¿Pero qué impacto tienen en los trabajadores las diferentes modalidades de flexibilidad horaria? ¿Modifican su percepción del clima de trabajo y de otros aspectos de la organización?

La consultora Great Place to Work realizó una encuesta entre 23.146 empleados de 22 empresas de diferentes tamaños e industrias para medir ese impacto. De ellos, el 48% manifestó realizar algún tipo de trabajo a distancia: el 4% lo hace de manera total y el 44%, parcialmente. Por trabajo a distancia se entiende el que se efectúa fuera de las instalaciones de la organización: en el hogar, en un lugar público o en la oficina del cliente.

El hecho de que sean mayoría quienes lo realizan parcialmente se puede atribuir a las características del trabajo o a la definición de avanzar en forma gradual por parte de la organización. No obstante, en la actualidad, cerca de la mitad del universo relevado utiliza la modalidad de trabajo a distancia en sus distintas versiones y frecuencias: semanal, quincenal o mensual. Aunque no cualquier organización tiene la posibilidad de aplicar este tipo de modalidad por las características propias de su negocio, como es el caso de la industria.

La investigación señala que quienes realizan trabajo a distancia le asignan un valor primordial al equilibrio entre vida personal y laboral al momento de elegir continuar trabajando en la organización. Los tiempos de traslado en las grandes urbes, el avance de la tecnología y su accesibilidad, y el costo del metro cuadrado en oficinas, entre otras razones, han contribuido en buena medida para que las empresas hayan comenzado a implementar esta práctica.

También se consultó acerca de la valoración en relación con esta modalidad de trabajo, lo que fue respondido en forma positiva por el 89%. Los principales aspectos destacados fueron: productividad y eficiencia, equilibrio entre vida personal y laboral, y el hecho de evitar los traslados. Algunas de las opiniones recogidas marcaron que “es muy útil para hacer tareas que requieren mayor concentración, ya que en el escritorio la demanda diaria hace que tengamos más interrupciones” o que “favorece la conciliación entre la vida personal y laboral, ya que implica un cambio cultural”.

Por otro lado, también se registraron visiones que cuestionan este formato laboral apuntando a la pérdida de calidad en las relaciones interpersonales, como quien afirmó: “No me gusta perder el contacto con mis colegas; creo en el trabajo interdisciplinario y el trabajo a distancia atenta contra eso”.

Las opiniones difieren de acuerdo a las circunstancias de los trabajadores. Si se compara el universo femenino y masculino, se ve que, aunque son los hombres quienes tienen una valoración positiva más alta, las mujeres les dan más valor a la productividad y al equilibro que permite esta forma de trabajo.

En cuanto a las edades, quienes más utilizan el trabajo a distancia son los comprendidos en la franja de 35 a 44 años (42%), mientras que los que menos trabajan desde sus casas u otros lugares remotos son los más jóvenes y los más grandes (15 y 28% respectivamente).

Quienes tienen entre 35 y 44 años son los que más valoran el equilibrio entre vida personal y laboral que permite el trabajo a distancia, y comparten con los que tienen entre 45 y 54 años la valoración positiva de la incidencia en la productividad y eficiencia.

En relación con el nivel de preparación, se observa que los colaboradores que trabajan a distancia aumentan a medida que lo hace el nivel de estudios: 20% entre los que tienen secundario, 31% entre quienes tienen terciario incompleto, 47% en los que tienen estudios universitarios y 58% en quienes cuentan con posgrados. Los que tienen estudios más avanzados son también quienes más valoran el equilibrio entre vida personal y laboral y la incidencia en la productividad.

De acuerdo con los resultados de la investigación de GPTW, si bien cerca de la mitad de los encuestados realiza todo o una parte de su trabajo a distancia y esta modalidad cuenta con una alta percepción positiva, su incidencia en el clima laboral no parece ser, hasta el momento, significativa.

De hecho, si se compara la percepción del clima laboral que tienen los que realizan la totalidad o parte de su trabajo a distancia con la de quienes realizan sus labores dentro de la empresa, la diferencia positiva alcanza sólo 2 puntos (trabajo parcial) y 10 puntos (trabajo total a distancia), por lo que la incidencia en el ambiente laboral es escasa.

Más allá de esto, las empresas están teniendo en cuenta el hecho de que las distintas opciones de flexibilidad, de las cuales el trabajo a distancia forma parte, ya son consideradas por los colaboradores actuales o potenciales como un elemento significativo a la hora de elegir dónde quieren trabajar. Y muy especialmente entre las nuevas generaciones.

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