En la constante evolución de los modelos de negocio, cada vez más emprendedores y pequeñas y medianas empresas buscan la manera de profesionalizarse, reflejando una imagen corporativa, seria y confiable ante sus clientes, pero sin incurrir en un gasto mayor al que su presupuesto lo permita, una de estas evoluciones son las oficinas virtuales.
Una oficina virtual es un espacio digital en el cual se realizan las mismas actividades que en una oficina física. Por ejemplo, recepción y envío de documentos, atención de llamadas, coordinación de reuniones y demás labores diarias que requiera la empresa.
1. Precio: el costo por el servicio de una oficina virtual depende de cada país.
2. Soporte: las labores administrativas de su oficina podrán realizarse sin su presencia física, a través del personal asignado.
3. Ahorro: existe la posibilidad real de ahorro continuo al no incurrir en pagos a personal administrativo, compra de mobiliario y equipo, mantenimiento, entre otros.
4. Domicilio empresarial: permite que la empresa tenga un número telefónico fijo y una dirección física para la recepción de documentos o paquetes.
5. Movilidad: le permite organizar sus traslados y horarios de labores diarias, para reunirse con clientes o proveedores, sin afectar el desarrollo diario de su empresa.
El trabajo que realiza su empresa no es únicamente el que habla por usted como cabeza de negocio, también está la imagen profesional que refleja para sus clientes fijos y potenciales. Por eso, las oficinas virtuales llegaron para contribuir con una mejor administración y control de sus procesos empresariales, sin importar el lugar donde esté trabajando.
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