EMPLEADOS 3.0

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La virtualidad es el ámbito por excelencia que habita y en el que se mueve el empleado 3.0, una «especie» capaz de sacar partido a las nuevas tecnologías para la que no existen ni horarios ni lugares fijos de trabajo.

La libertad que reclama este nuevo perfil profesional avala su productividad. Y lejos de amenazar el futuro de las empresas, este colaborador -bien gestionado y liderado- es una herramienta muy poderosa, según coinciden los expertos. <!–more–>

Para las organizaciones, los profesionales dejaron de ser un recurso. Ahora son»prosumidores», es decir, productores y consumidores de información, y demandan relaciones horizontales y basadas en la confianza.

Claro que para que estos nuevos empleados es necesario cambiar el concepto de productividad y orientarlo a resultados. Para ello hay que modificar el método de trabajo de forma que los profesionales se comprometan con la idea y el proyecto.

De acuerdo a los especialistas en temas de management y liderazgo, la manera de conseguirlo es confiando en el empleado y ser flexibles. No hace falta que el profesional concurra de 9 a 18 en la oficina porque hoy la conexión es posible a través de otros medios y porque la tecnología hace posible un trabajo diacrónico, no sincrónico.

«La revolución tecnológica impacta en diferentes aspectos que pueden mejorar notoriamente nuestras vidas. Sin embargo, las organizaciones no deberán descuidar la importancia de la sociabilización, la comunicación y la interacción, características humanas por naturaleza y fundamentales para el desarrollo personal y profesional», señala Eugenia Lescá, gerente de People & Change en PwC Argentina.

Y añade: «Las empresas deben estar preparadas para nuevos perfiles profesionales: el empleado 3.0, que sepa utilizar las ventajas de la tecnología en beneficio de la empresa y sea apto para trabajar en forma remota en cualquier horario y lugar. Aquí, en rol del área de Recursos Humanos tendrá un gran desafío para orientar los cambios.»

En su opinión, «las organizaciones se tuvieron que adaptar a este nuevo estilo de los empleados y reformar un montón de prácticas y políticas. Sobre todo la capacitación cambió radicalmente, y hoy cómo gestionar equipos remotos es un punto clave.»

Estos nuevos profesionales no tienen lugar ni un horario de trabajo definido y son «multicanales», es decir, el mail es sólo una de sus herramientas de trabajo en la que conviven al unísono el blog, Twitter, Instagram y el resto de las redes sociales.

Se pasa así del empleado anónimo a una persona con nombre y apellido: el profesional fomenta su personal branding y su propia customización. Para aprovechar todo este potencial, hacerlo rentable y, lo que es más importante, retenerlo las organizaciones es que los expertos aconsejan crear un ambiente de libertad.

«Ya no pasa solo por prepararle al colaborador un lugar de su casa y darle todo para que trabaje desde la casa. Hoy muchas compañías también contratan, por ejemplo, una determinada cantidad de horas mensuales en oficinas y espacios de trabajo remotos, que los empleados pueden usar cuando por determinadas circunstancias lo necesiten», cuenta la gerente de PwC.

Diego Forte, director de Human Capital Management de Oracle para América Latina, apunta que, tradicionalmente, solo en la parte administrativa se usaba la tecnología, pero que en la actualidad las compañías se están viendo sorprendidas e inundadas por las demandas de los empleados.

«La experiencia es muy social y, sobre todo, móvil. Hoy la tecnología viene con el empleado.La gente ingresa y quiere tener su propio dispositivo, ya sea una tablet o un celular y esperan bajar allí aplicaciones ahí. Y busca empresas con políticas abiertas, de uso de redes sociales e incluso lo preguntan en las entrevistas antes de ingresar», expresa Forte.

En su reciente libro «Trabajar o Teletrabajar. Ser productivos y felices, esa es la cuestión», Fabio Boggino asegura que el empleo freelance o autónomo está creciendo en todo el mundo. Cada vez son más los profesionales que se animan a la independencia, ya sea porque quieren gestionar sus tiempos, ganar más dinero o escapar del trabajo rutinario de oficina.

Según la Asociación Americana de Freelance, existen cerca de 53 millones de personas que son trabajadores 3.0/freelance, profesionales que se aventuran a formar parte de este mundo autónomo, haciendo uso de plataformas que los ponen en contacto con empresas contratantes a nivel global, para facilitarles la tarea.

Y de acuerdo a una investigación de Global Business Survey, para el 2017 el 54% de la fuerza de trabajo será online.

Al respecto, Jorge Araujo, director de Nubelo para América latina, comenta que «las empresas consideran que el talento online es igual de bueno que el que está disponible localmente y que, aprovechar los trabajadores en línea permite desarrollar tareas que muchas veces no pueden ser realizadas por los equipos internos de las compañías ya sea por volumen de trabajo o por falta de una expertise específica.»

«Estamos ante la gesta de un nuevo paradigma que impone cambios en la manera de trabajar, los que se vieron impulsados por el avance de la Generación Y. Los trabajadores y empresas tienen que reinventarse, crear nuevas maneras de trabajo y optimizar los tiempos», opinó Araujo.

Se trata de la evolución del trabajador que, unida a la revolución social, están transformando el mercado. El trabajo 3.0 o freelance se constituye como una de las nuevas fórmulas de negocio, regido por los avances tecnológicos, la inmediatez de las redes sociales, el aumento de iniciativas emprendedoras y la necesidad de interconexión internacional, todos factores que hacen que está nueva situación laboral sea cada vez más común y genere mayores beneficios.

«El trabajo 3.0 crece a nivel global, lo que también se observa en Argentina, hecho que se apoya en la necesidad de las empresas por reducir sus costos de mantenimiento de instalaciones, funcionales y de plantilla», enfatiza Araujo.

Y completa: «Según un informe de IDC, un 13,2% de las compañías españolas fomenta políticas de trabajo flexible. En Argentina aún no hay datos pero de la investigación realizada se desprende que el 21% de las empresas contrató al menos un profesional, el 7% dos profesionales, el 4,9% tres y el 3,1 % más de 10. Estas cifras han aumentado si se la compara con años anteriores, aunque todavía estamos muy por debajo de la utilización de este sistema respecto a Europa».

En países como el Reino Unido el uso del trabajo 3.0 asciende al 95% y en Alemania y Francia es del 30%. Esto se debe a las diferencias culturales y empresariales con otros países, así como a una ausencia del marco legal en el tema.

«Los motivos por los que una empresa se plantea la posibilidad de contratar trabajadores online van desde el deseo de no perder a sus empleados más eficientes, la intención de contratar a los perfiles más válidos de la competencia, ahorrar en el alquiler de oficinas, permitir a sus trabajadores compatibilizar la vida laboral y la familiar, motivos ecológicos o la mejora en productividad», concluye Araujo.

<em>Iprofesional</em>

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