El éxito no depende de la genialidad (IQ) o el talento natural de los individuos, no hay atajos ni ventajas; es más una historia humana de carácter, disciplina, pasión y perseverancia. El éxito no ocurre “de la noche a la mañana”, es una historia que toma tiempo y que depende de mantener enfocada la atención en un objetivo, adquirir nuevas habilidades y desarrollarse constantemente.
En su libro “Outliers”, Malcolm Gladwell realiza un extensiva investigación sobre el éxito estudiando las vidas de gente extremadamente exitosa –desde violinistas hasta programadores como Bill Gates, desde atletas como Michael Jordan hasta innovadores como Steve Jobs- y concluye que: se requiere un nivel razonable de talento y habilidades (como el que todos poseemos) y alrededor de 10,000 horas de práctica deliberada para alcanzar la maestría, el éxito y la excelencia en un campo determinado.
La práctica hace al maestro –La historia de Hamburgo de los Beatles Hoy los Beatles son una leyenda, sin embargo a principios de los 60’s eran una banda totalmente desconocida. La falta de trabajo en Inglaterra los orilló a irse a Hamburgo, Alemania a tocar en los clubes locales. La banda apenas recibía dinero para mantenerse, la acústica era terrible y el público era difícil y poco apreciativo. Lo único bueno de la experiencia de Hamburgo era que les permitía tocar por horas, sin interrupciones; su ritmo de práctica los llevo a tocar 8 horas por noche, 7 días a la semana. Para 1962 ya acumulaban más de 1,200 conciertos tocando juntos – a modo de comparación la mayoría de las bandas de hoy no acumulan 1,200 presentaciones en público en toda su carreras. Está práctica los ayudó a volverse cada vez mejores y sin duda sin “Hamburgo” hubiera sido difícil revolucionar la música como lo hicieron.
Además de la relación estadística directamente proporcional entre las horas de práctica y la superioridad en los resultados; los investigadores encontraron otro factor de gran importancia: un profundo “amor” por la práctica, ya que la mayoría de las veces estas personas preferían practicar que hacer cualquier otra cosa en el mundo.
Los mejores desarrolladores de software elite que han existido, realizaban sus prácticas en su tiempo libre – hasta en fines de semana; de igual forma los doctores elite escuchaban audios médicos mientras estaban en el transporte público y los jugadores elite de footbal analizaban videos de sus prácticas por largas horas ya estando en su casa. Este grupo elite -que sobresale en su profesión- se distingue porque cultiva su pasión y se entrega a ella hasta el punto que deja de sentirse como un trabajo.
Y tus 10,000 horas? Si quieres aplicar esta teoría de las 10,000 (si se invierten 8 horas diarias por 5 días de la semana estamos hablando de alrededor de 5 años) en tu vida o profesión, lo primero es pensar si estás invirtiendo tu energía en lo que realmente te gusta y si estás en el lugar correcto.
Una vez que hayas definido esa parte piensa que necesitas realizar como práctica y aprendizaje deliberado para volverte cada vez mejor en tu campo. Otra manera de verlo sería analizar donde ya has invertido esas 10,000 horas de práctica y cuál sería tu siguiente paso.
Lo importante es que tú definas tus propios parámetros de éxito y tomes las medidas necesarias para alcanzarlo. Como Anna Quindlen dice: “Si el éxito no se da en tus propios términos. Si se ve bien para el mundo, pero no se siente bien en tu corazón, entonces no es éxito”.
The story of Success de Malcom Gladwell
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