Si bien el título parece gracioso, debo admitir que no dejó se sorprenderme cuando vi el aviso publicitario pidiendo uno.
Es que la empleabilidad no solo significa que se tiene condiciones para conseguir o mantener un trabajo, sino que implica tener la capacidad de realizar trabajos diversos en un mismo ámbito laboral y sobre todo la actitud de hacerlo.
Ya no existe el concepto de «Yo soy de tal área, por lo que no puedo hacer esta tarea». Hoy existe «¿qué necesitas que yo haga para que sigamos adelante?».
¿Esto significa que un empleado debe volverse un chupamedias?. De ninguna forma.
Implica que tanto el empleador como el empleado deben preocuparse, en conjunto, por el progreso de la empresa.
El empleador porque debe mantener su fuente de ingreso (cuestión dinero) y de trabajo (cuestión social). Y el empleado por la MISMA RAZÓN.
Aquí es donde entramos en terreno escabroso porque es donde me dicen «si, pero nadie me lo reconoce» «para lo único que sirve es para que me usen más de lo que ya lo hacen». Bien, todo depende de los ojos con que se quiere ver.
Puede verse como una verdad completa porque uno hace esto, aquello y a fin de mes el resultado es el mismo, su condición no mejora y su agotamiento aumenta. Es cierto, hay casos así, y no son pocos.
Pero también puede ser una verdad a medias porque están las empresas que reconocen estos esfuerzos de diversas maneras: haciendo participar en reuniones de decisión, preguntando la opinión, escuchando y aplicando propuestas concretas, encomendando tareas especiales, etc. Y que también reconocen con el bolsillo.
¿Que quiero decir con esto? Que nadie obliga a una persona a quedarse en donde está. Usted puede comenzar a mirar otras opciones de trabajo en otras empresas en donde se reconoce la empleabilidad de una persona.
Estas empresas buscan gente empleable tanto en capacidad como en actitud. Actitud de trabajo, no de comodidad o conformismo. Si su empresa no lo valora, busque una que si lo haga.
Pero recuerde, antes que nada, que la relación empleado y empleador es una cuestión de negocio. Y en todo negocio alguien paga a cambio de algo. Si se desea mejorar, demuestre que lo vale y hágalo notar. Si no lo valoran, nadie puede quitarle su experiencia y actitud, que serán su carta de presentación en otro lado.
Muchos confunden empleabilidad con sumisión o con explotación, cuando empleabilidad es el valor agregado que una persona tiene para hacerse cotizar a la hora de postularse a un puesto (interno o externo) o a la hora de mantenerlo. Lo importante no es hacerse el valioso, sino el serlo.
Alfredo P. César
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