La aparición del novedoso formato de espacios de Coworking, de trabajo colaborativo ha motivado que un gran número de freelancers abandonen la llamada “soledad del independiente” para migrar a estos espacios.
Según una variedad de estudios, el aislamiento y la soledad se encuentran entre las mayores dificultades del teletrabajo. Trabajar de forma remota significa perder la interacción humana y los aspectos sociales que proporciona estar en una oficina.
Un estudio realizado por Havard Business Review sobre los espacios de trabajo compartidos muestra que los trabajadores corporativos remotos, los empleados de startups y trabajadores independientes pueden beneficiarse «trabajando solos pero juntos», reduciendo sustancialmente el aislamiento y la soledad asociados con el trabajo remoto, lo cual puede ser especialmente difícil para personas mayores.
Algunos de los principales hallazgos del estudio son:
El 79% dijo que los espacios compartidos y colaborativos han ampliado sus redes sociales.
El 83% informa que están menos solos.
El 89% informa que son más felices.
En este sentido, los nuevos espacios de trabajo compartidos no son exclusivos para jóvenes, también representan una gran alternativa para las personas mayores de 50 años que buscan reinsertarse o continuar vigentes en el mundo laboral, obteniendo múltiples beneficios como el contar con un espacio acorde a sus necesidades así como reactivar y ampliar su red de contactos, difundir sus servicios y empaparse de una energía renovada.
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