El usuario promedio cada día recibe más y más e-mails. En su bandeja de entrada se mezclan tanto correos personales como promociones de distintas marcas, todos compitiendo por captar la atención.
En otras palabras, para el éxito de tu campaña no basta con mandar un e-mail. Es clave monitorear la efectividad de tu mensaje y vayas ajustando detalles en la ejecución de tu estrategia.
En campañas de e-mail marketing es recomendable dividir tu público en distintas listas, segmentar el mensaje y medir indicadores clave como aperturas, clicks, rebotes y desuscripciones.
Si un e-mail tiene una buena tasa de aperturas querrá decir que el mensaje resonó en tu audiencia y que el momento en que se envió el e-mail fue adecuado. Si además reunió una cantidad considerable de clicks hacia tu sitio significa que la información era relevante y pertinente para tu público.
La tasa promedio de aperturas y clicks varía según cada público, cada segmento, cada tipo de negocio.
Para llevar la optimización a otro nivel podés realizar pruebas A/B para chequear la efectividad de distintos títulos e imágenes, siempre testeando una variable por vez.
Tomarse el tiempo para revisar los reportes después del envío de cada Newsletter y evaluar los factores que intervinieron en cada caso. De esta manera se podrá conocer qué temáticas son de interés para tu audiencia, qué tipo de imágenes resultan más atractivas y cuál es el mejor momento para implementar estas iniciativas de comunicación.
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