A la hora de elegir al personal que va a desempeñarse fuera de la oficina, habría que fijarse en detalles como la facilidad para expresarse por escrito, la destreza en la gestión del tiempo, la disciplina, la iniciativa, la capacidad de tomar decisiones, el nivel de curiosidad, la aceptación de críticas constructivas y la tendencia a actualizar conocimientos.
El otro aspecto es mantener en contacto al equipo que se ve todos los días y a los trabajadores freelancers “para construir relaciones fuertes” y, a partir de ahí, “aumentar la confianza y la productividad”.
Es algo que se puede hacer con las denominadas actividades de team building que permiten que “los empleados se conozcan entre sí y tengan conversaciones informales” o a través de comunicaciones informativas que vayan manteniendo “al día a los empleados sobre las novedades de la empresa, noticias o cumpleaños de los compañeros”.
Aislar a unos empleados de otros es lo peor que se puede hacer. Las empresas que optan por favorecer el teletrabajo deben apreciar “la transparencia y la importancia de ser más activo en el intercambio de información, sobre todo con los equipos que trabajan en remoto, para evitar que se sientan excluidos”
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