El comportamiento humano incluye una serie continua de adaptaciones a toda índole de situaciones cambiantes.
La característica esencial de la conducta de un individuo es la respuesta al medio, dada por un organismo viviente.
El mundo en que vivimos, la personas que vemos, los objetos que usamos, son parte de nuestro medio exterior y por lo tanto influyen de distinta manera en cada persona y de acuerdo a esta influencia reaccionamos de innumerables maneras.
La conducta del hombre también está regulada por el medio social y de esta forma observamos como las reacciones asumen formas acordes con las exigencias de los grupos familiares y de todos los demás a los cuales pertenece el individuo.
En nuestro vivir cotidiano respondemos a las presiones de los medios externos, interno y social, de la misma manera como tenemos la aptitud de aprender y recordar.
La conducta es la adaptación al medio, pasado y presente.
Lo mencionado anteriormente, puede ser observado en los distintos tipos de escrituras, que nos darán las pautas de cómo se adapta o no la persona a diferentes situaciones de la vida y como pueden ser sus reacciones frente a determinadas situaciones.
En términos generales se habla de adaptación como la organización de la conducta ante las situaciones de la vida del hogar, la escuela, la actividad laboral, el crecimiento y la vejez.
Científicamente la adaptación no es ni buena ni mala y se puede considerar como el curso de la conducta que una persona presenta con relación a las diferentes exigencias de los medios interno, externo y social.
Podemos decir que la conducta de una persona está condicionada por la constitución vital de una estructura física que lo configura como ser humano, por el medio que mantiene y contiene ese cuerpo, por la familia, la comunidad y la cultura que lo moldean como individuo.
A través de la escritura se observan estas características y desde el punto de vista laboral podemos determinar de que manera una persona estará más o menos preparada para determinadas funciones y como podrá ser su desarrollo dentro de una organización.
La Escritura Curvilínea, es aquella donde predomina el elemento curva tanto en la estructura de las letras mayúsculas como minúsculas y en sentido general este movimiento refleja una actitud de adaptación, fácil y espontánea tanto a las situaciones sociales como al ambiente en general.
La capacidad para adaptarse a nuevas propuestas de trabajo o cambios cuando las situaciones así lo requieren, se lleva a cabo sin mayores inconvenientes.
El predominio de la curva sobre el ángulo es sin lugar a dudas un indicio claro de sociabilidad.
Asimismo es importante señalar que cuando el elemento curva se afirma, sobre todo en la base de las letras, se puede sospechar un buen equilibrio físico y moral.
La capacidad para unir lo útil a lo agradable siempre serán características que han de sobresalir en este tipo de personas.
No se podría asociar este tipo de característica a quienes realizan una escritura de tipo angulosa.
La escritura de tipo curvilínea, nos muestra que desde lo intelectual, existe buen grado de flexibilidad y apertura para aceptar nuevas ideas.
En el plano afectivo, es una persona abierta para entregar al otro.
En el plano social, la persona será amable y logrará establecer vínculos con facilidad, lo cual la beneficiará en las relaciones interpersonales.
Muchas normas de la conducta humana se organizan como adaptaciones a las condiciones de stress. Por stress, queremos significar una situación que reclama, en forma no habitual, la actuación de los recursos del organismo humano.
El stress psicológico puede acontecer en relación con situaciones emotivas fuertes o con conflictos de motivos y también pueden ser fisiológico.
Todo esto también puede observarse a nivel escritural y de ello deriva la gran importancia de la Grafología en el estudio de la conducta humana y de las repercusiones que la misma puede tener en función de situaciones o de condiciones de vida.
El hombre no es un muñeco de goma que grita cuando se lo aprieta. Reacciona ante los estímulos externos de acuerdo con su propia formación biológica, su comportamiento anterior y el estado particular, en tal momento, de sus procesos internos.
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