Home Office nuestra voz es Zoom, otra herramienta de comunicación de la transformación digital que llegó para quedarse. Entrenemos para tener éxito con nuestra Voz online, aprendizaje que podremos usar en nuestras reuniones presenciales. Respirar, sentarse con comodidad, elegir un micrófono adecuado, adaptar y articular la voz son algunas de las sugerencias para mejorar la Voz online en las reuniones virtuales.
Home Office
Home Office nuestra Voz es Zoom, otra herramienta de comunicación de la transformación digital que llegó para quedarse.
Entrenemos para tener éxito con nuestra Voz online:
Respirar
Sin aire no hay voz. Así de simple: para hablar respire, si es posible por la nariz y respire de manera acompasada.
Sentarse con comodidad
Recuerde las condiciones de verticalidad, tono, alineación y simetría que requiere una ergonomía vocal. Realice estiramientos frecuentes que relajen hombros, brazos, espalda, pelvis, anclaje, cuello, laringe y rostro.
Adaptar el micrófono a su persona
La voz tiene que estar dirigida al foco/micrófono, sin esfuerzo laríngeo y sin adelantar la cabeza o la barbilla para una mayor ergonomía de la estructura laríngea. Además, hay que ajustarse a una voz conversacional o a una voz didáctica, jugando con variaciones de volumen y de tono.
Adaptar la velocidad del habla
En una conversación informal una persona media habla unas 170 palabras por minuto, pero las conversaciones digitales tienen un código diferente. Asegúrese de hablar más despacio y deliberadamente. Si el interlocutor no puede seguir su ritmo de habla, perderá la atención y comprensión del discurso. Nada suple a la voz.
Articular cada palabra
En las conversaciones informales solemos cortar las palabras al final. Así, el interlocutor completa mentalmente el resto del discurso. Esto perjudica la comunicación. La virtualidad exige una mayor precisión en la articulación de las palabras.
Beber un poco de agua
Debemos hidratar tanto de manera directa como de manera indirecta. Por eso en todas las reuniones está presente un vaso de agua. Una pausa breve para hidratar acompaña fluidez en lo que se expresa.
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