Reflejos de luz que incomodan la vista, sonidos que distraen y colores de las paredes monótonos, se repiten más de lo que quisiéramos en los lugares de trabajo, pese a que son factores que inciden directamente en la productividad y calidad de vida de los trabajadores.
Los consejos expertos definen la calidad de la luz, el confort acústico y los colores como los principales hitos en la ambientación de un espacio de trabajo.
“La calidad de la luz debe ser siempre suficiente para garantizar un rendimiento visual adecuado a la tarea en cuestión. Un entorno luminoso adecuado mejora el estado de ánimo, produce alerta mental, aumenta las ganas de trabajar y estimula el buen humor”.
“El confort acústico se logra cuando el nivel de ruido existente no afecta el desarrollo normal de las actividades de las personas, es decir, no provoca alteraciones al descanso, a la comunicación ni a la salud.»
«Ambientes con colores claros e iluminación fría pueden subir la productividad en trabajos que requieren tranquilidad y una alta concentración. Por su parte, ambientes claros con colores estimulantes pueden subir la productividad en trabajos que requieren dinamismo, creatividad y confianza”
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