Lo primero que se debe hacer es identificar la fuente que esté generando bajo rendimiento. Si no lo hace, el dinero invertido en capacitaciones para todo el equipo de trabajo no será nunca suficiente para solucionar el problema especifico.

En la actualidad, el margen entre “excelente” y “bien” en un entorno empresarial es muy estrecho. Por un lado, la ferocidad de la competencia, y por el otro, que la empresa no puede esperar meses a que un equipo que tiene altas expectativas encuentre la forma de poder llevarse bien.

Definitivamente, los colaboradores de bajo rendimiento pueden ser capacitados para mejorar sus capacidades y habilidades. Prácticas como dinámica efectiva de equipos y “accountability” (asumir la responsabilidad) no son comunes. Incluso, a veces, los buenos equipos encuentran posible sacar beneficio del entrenamiento básico, y logran convertirse en equipos de alto rendimiento, siempre y cuando estén todos dispuestos a hacer el trabajo de manera conjunta, y así lograr ser mejores.

Pero hay casos contrarios, en los cuales equipos que son potencialmente buenos son afectados por una o varias personas o por una falta de visión común. La solución a esto es clara, se debe eliminar lo que se identifique como eslabones débiles y encontrarles reemplazo con personas que sobresalgan en lo que es un entorno de trabajo de equipo.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que las razones por las cuales un equipo no funciona nunca se deben adivinar. El primer paso es identificar de dónde proviene el bajo rendimiento. De otro modo, la empresa puede terminar invirtiendo dinero en capacitaciones de equipo que lamentablemente no van a solucionar el problema en específico.

En la industria, realizar un diagnóstico no es una práctica necesariamente común.  Son muchas las consultoras que esperan ofrecer dentro de la capacitación soluciones de equipo que sean suficientes para revelar y resolver los problemas específicos. Pero esto, desafortunadamente, no sucede y los resultados no van a ser los mejores.

Un diagnóstico comprehensivo podrá revelar el nivel de desempeño de cada miembro del equipo. ¿Los miembros del equipo son promedio, les falta o son realmente de alto rendimiento como han sido descriptos?

También tenemos el tema del liderazgo. Fortaleza, una de las características que deben tener los líderes, no sólo individualmente, sino como integrantes de una dinámica grupal responsable. De acuerdo a la experiencia, si hay un equipo mediocre pero un líder muy fuerte, todavía se puede tener una posibilidad de mejorar el desempeño general del grupo de forma drástica.

Por otro lado, en el caso de encontrarse con un líder débil, hay muy pocas posibilidades de acción más allá de buscarle un reemplazo y esperar que el equipo retome el camino positivo.

En esos casos, donde el líder es débil, y también lo son los miembros del equipo, es probable que descubra que invertir dinero y tiempo en capacitaciones es inútil. Es muy posible que requieran demasiado tiempo y muchos recursos para comenzar a ver una pequeña mejora.

Es por esto, que en casos donde los equipos son realmente disfuncionales, no recomendamos a las empresas la utilización de nuestra insignia en intervención de equipo The Leadership Contract for TeamsTM.

A diferencia de lo que dicen muchos consultores, no se presenta como rentable el tratar de arreglar a un equipo ya disfuncional. Se debe desarmar y empezar nuevamente una búsqueda para encontrar un nuevo equipo con un nuevo líder.

Lo que es más importante aún, qué capacitación específica el equipo esté considerando no es relevante, si no precede un diagnóstico correcto a la implementación de una solución.

Y a pesar de que nosotros hacemos un diagnóstico en cualquier momento que nos llamen para ayudar a un equipo, este no es necesariamente un preludio del despliegue de intervenciones. Hay casos en el que sólo con el diagnóstico se puede detectar una simple solución, como por ejemplo el deshacerse de un vínculo débil, lo que elimina la necesidad de que se haga una intervención intensiva.

No realizar un diagnóstico y hacer una intervención sin el mismo, es como hacer una cirugía sin tener un examen de TAC (diagnóstico por imágenes) realizado. Es un acercamiento que seguramente va a fallar.

 

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