Tu jefe sólo tienes palabras positivas para uno de tus colegas? ¿Los viajes de negocios sólo son reservados sólo para algunos miembros del equipo? ¿Te das cuenta que existe una cierta preferencia hacia un grupo de personas de tu oficina?
Sin duda que el favoritismo no se hace esperar. Somos humanos y como tales pueden afectar aspectos subjetivos en el trato hacia las personas. Sucede en las familias, entre amigos y también se puede ver en las empresas, sin importar tamaño o rubro.
Según una encuesta realizada por la Escuela de Negocios McDonough, el 92% de los altos ejecutivos han visto favoritismo cuando se llevan a cabo las promociones de los empleados, incluyendo a sus propias empresas (84%). Y cerca de un cuarto de los ejecutivos encuestados admitió que practica el favoritismo.
Si bien el trato especial a los trabajadores se puede dar en cualquier caso, suele ser bastante común cuando el jefe se rodea de amigos. Esto puede suceder, porque a veces éstos prefieren trabajar con personas de su confianza o en el camino se han hecho amigos de algunos miembros del equipo, marcando una diferencia con el resto. Existen casos en que este acercamiento se traduce en beneficios como aumentos salariales, días libres y menos carga de trabajo.
Todo esto tarde o temprano puede traer más que un problema, ya que este trato no pasa desapercibido por el resto del equipo, los que ven con recelo este actuar y tienden a desmotivarse.
Los consejos que aportamos son:
1. No te dejes llevar por las emociones: En definitiva, es una situación que puede llevarnos a experimentar emociones negativas de rechazo e impotencia, pero es importante actuar con prudencia y no dejarse llevar por las emociones. De igual forma, debemos de mantener un ritmo positivo de trabajo, enfocándonos en nuestros objetivos evitando que esta situación afecte nuestros resultados.
2. Comprobar que tu punto de vista es válido. Para esto debes conversar con algunas personas del equipo que no estén siendo favorecidas y pertenezcan a tu círculo de confianza, de forma que puedas llegar a una conclusión más acertada y justa.
3. Entender los motivos del jefe. Esto es conveniente para entender si ese favoritismo es justo o no.
4. No atacar al favorecido. Hay que mantener una actitud positiva con el favorecido, con el jefe y todo el equipo en general.
5. Conversar con el jefe: Es recomendable generar un espacio de diálogo con el jefe para abordar este tema, evitando desarrollar una discusión enérgica o enfrentamiento. Lo aconsejable es ser breve, claro y desarrollar una atmosfera positiva de conversación.
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