En los países más avanzados comercial e industrialmente no se concibe realizar un proceso de selección de personal, sin utilizar el apoyo de la grafología.
Una correcta selección de personal parte de la siguiente premisa:
Debe aprovecharse cualquier sistema que se aproxime a la verdad, olvidando el análisis de personas, los prejuicios y utilizando diferentes métodos para conseguir mayor efectividad y objetividad.
De ese modo, el papel que cumple la grafología es crucial, ya que es realmente complicado falsear nuestra propia escritura y adaptarla para que cumpla los requisitos de un proceso de selección determinado.
Incluso hoy en día, que existen profesionales que intentan entrenar a las personas para modificar los caracteres más destacables de su grafismo, resulta una utopía la modificación total, ya que la escritura es innata y, por tanto, inconsciente, lo que hace de ella un método altamente fiable, que permite evitar la desviación y el falseamiento de la personalidad del candidato, proporcionando una visión global de la persona.
Aptitudes y actitudes que permiten analizar la grafología
Un estudio grafológico completo nos permite obtener información en tres grandes planos:
• Inteligencia
• Voluntad
• Comportamiento
En resumen, nos permite obtener información de comportamientos sociales, grado de integración, rendimiento, predisposiciones de conductas desleales, estado de ánimo, entre otros aspectos.
Pero una de las aportaciones más valiosas de los análisis grafológicos, es que, a diferencia del resto de pruebas utilizadas en un proceso de selección, nos da información sobre el grado de honestidad de la persona que lo realiza.
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