En las organizaciones actuales, en un mismo equipo de trabajo pueden llegar a convivir hasta cuatro o cinco generaciones. Cada una tiene distinta forma de interrelacionarse, de comunicarse, no solo a nivel del lenguaje (oral o escrito) sino en formas de moverse, modales, inclusive en todo lo referente al uso de espacios individuales, la forma de vestirse, acercarse al compañero y -de alguna manera- tener contacto físico.
Nos estamos refiriendo a los Baby Boomers, Generación X y Millennials, entonces estamos hablando de perfiles heterogéneos y el objetivo es que todos se sientan integrados y sus diferentes posiciones agreguen en el cumplimiento de las metas propuestas.
Las ideas que se brindan son:
. Focalizarnos en tener líderes inclusivos, que puedan conocer, entender e integrar a cada uno con sus “características”. Y que esos líderes, a su vez, conozcan a su equipo.
· Realizar actividades de sociabilización entre todos, aumentando la comunicación y el conocimiento entre ellos. Desayunos, festejos de cumpleaños, día del niño y demás acontecimientos de bien común ayudan a lograr este objetivo.
· Que las decisiones sean compartidas dentro del equipo. Consultar opiniones y buscar apoyo al momento de definir “algo”, una dinámica que promueve la participación de todos en general.
· Fortalecer la comunicación por los medios de cada generación, para que de esa forma todos estén al tanto según “sus códigos”.
· También es necesario que la organización tenga foco en el negocio, que se mida a las personas por su desempeño y colaboración con el equipo. Ofrecer oportunidades de crecimiento, desarrollo en procesos y prácticas innovadoras de gestión de talentos.
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