Internet y las redes sociales se han convertido en un aliado imprescindible a la hora de buscar empleo. Para ello hay que cuidar una serie de detalles, y cuidar los perfiles profesionales, haciéndolos visibles y accesibles a través de múltiples canales.
Uno de los canales más utilizados es el la red social profesional LinkedIn, que es usada por los empresarios para encontrar y descartar candidatos. «Permite una mayor interacción con el encargado de decidir, al que se le puede enviar directamente el CV». Por ello, es importante contar con un perfil muy desarrollado, con toda la información profesional posible, e indicando la formación de interés.
Sin embargo, hay que tener cuidado. Publicar información falsa puede ser perjudicial, pues «los expertos pueden detectar las incosistencias en los datos de un perfil de forma muy rápida». Asimismo, desde la multinacional señalan los seis errores más comunes en LinkedIn, que deben evitarse cuando se está buscando empleo.
1. Promoción retrospectiva
Puede ser tentador ir atrás en el tiempo para promocionarse, hinchando las tareas o el cargo desarrollado en una pequeña empresa en tiempos pretéritos. Hay que tener cuidado, porque los reclutadores pueden detectar con facilidad que algo no cuadra, y la imagen se vería perjudicada. Por ejemplo, atribuirse el cargo de director financiero de una empresa porque no había una persona de finanzas con un rango superior podría poner en riesgo su credibilidad. Una pequeña mentira puede acabar con cualquier opción de ser seleccionado.
2. Atribuirse el trabajo de otros
LinkedIn es una herramienta muy accesible, que permite que cualquier comentario pueda ser visto por mucha gente, incluyendo antiguos compañeros de trabajo. Por eso, al describir los logros obtenidos hay que tener cuidado y asegurarse de que son propios. Promocionar un éxito que en realidad pertenece a otra persona es deshonesto y puede dañar la reputación a largo plazo.
3. Experiencia secuencial
En el perfil de LinkedIn hay que indicar los lugares en los que se ha trabajado, indicando con precisión las fechas y la duración, datos básicos para cualquier empleador potencial. Falsificar fechas o inventarse experiencia laboral es muy perjudicial. Además, hay que asegurarse que los datos del perfil de LinkedIn coinciden con los del currículum. Las inconsistencias son una señal de alerta para los reclutadores.
4. Cantidad no es calidad
Tratar de conectarse con todas las personas posibles no tiene sentido. Lo realmente interesante es ponerse en contacto con personas de la industria, la profesión o el sector en el que se está interesado. Aceptar cada invitación que llega debilita la calidad de la red. Hay que revisar el perfil de las personas que se ponen en contacto para asegurarse de que sean relevantes.
5. Imagen real
Hay que incluir una fotografía profesional, que abarque de la cabeza hasta los hombros, y preferiblemente sonriendo. Hay que evitar fotos retocadas, o usar imágenes recortadas de bodas o de vacaciones.
6. Recomendaciones verdaderas
Las recomendaciones son una opción muy útil, siempre que sean verdaderas y sean de gerentes, clientes y otras personas a las que se les haya prestado un servicio. Buenas palabras de compañeros o amigos pueden restar credibilidad al perfil.
El Economista.es
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