Los espacios de coworking aumentan y se abren, cada vez más, a un público trabajador más amplio. Ya no son únicamente lugares para autónomos de profesiones liberales y emprendedores tecnológicos, sino que, incluso, han seducido a pequeñas y medianas empresas que prefieren desarrollar sus negocios en entornos compartidos, bien situados y llenos de creatividad y de posibilidades de networking.
«La proliferación de espacios de coworking en España no es ajena al crecimiento del número de autónomos que hay en el país, cifra que se ha duplicado en los últimos 9 años. Del mismo modo, las posibilidades que ofrece la tecnología y la transformación que, poco a poco, sufre el mercado laboral está siendo un buen caldo de cultivo para ellos.
En el año 2010 había en nuestro país unos 50 coworkings, que seis años después se habían multiplicado hasta los más de 1.500, según datos de la plataforma Coworking Spain. Por su parte, el pionero en el sector Manuel Zea (fundador de Working Space), calculaba que en 2016 había en nuestro país 380.000 metros cuadrados dedicados a coworking, con 27.900 puestos de trabajo totales y una ocupación creciente de un 71%. Su previsión era que a finales de 2017 esa superficie aumentara ni más ni menos que un 30%.
En cuanto a cifras de negocio se refiere, en el año 2020, el experto cree que el sector del coworking en España generará 147 millones de euros sólo con el alquiler de puestos de trabajo.»
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