El trabajo es lo que haces, no donde lo haces., Canadian Telework Association
Son muchas más las ventajas que traerá la próxima década al mundo del empleo. Según el informe de The Economist, los cambios tecnológicos vendrán de la mano de cuatro nuevas directrices: el ‘cloud computing’, algo así como la tendencia a basar las aplicaciones en servicios alojados de forma externa en la propia web; el big data, es decir, el tratamiento y análisis de enormes repositorios de datos; la videocomunicación y la movilidad.
En conclusión, se trata de una amplia digitalización del puesto de trabajo que tiene tanto defensores como detractores. Los primeros aseguran que el impacto de la tecnología otorgará mayor flexibilidad a los trabajadores, mayor movilidad y más tiempo libre.
Sin embargo, en el lado opuesto está quien opina que esta revolución tecnológica contribuirá a la destrucción de empleo, a la desaparición de algunas profesiones e incluso a la imposible desconexión de vida laboral y personal. Isabel Bernardos, Microsoft, cree que las tecnologías ayudarán a conseguir una mejor conciliación «siempre que sea la persona quien tome el control de la herramienta y no al revés». Además, añade que las personas con discapacidad podrán acceder a mejores empleos gracias al teletrabajo y el trabajo virtual, «ya que la mayoría presenta limitaciones de movimiento».
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