-Las personas que teletrabajan en realidad no hacen nada.
Este es el falso mito que tal vez más daño haga a una mayor presencia del teletrabajo a las empresas. Muchas personas tienen la idea de que, al “perder de vista” al teletrabajador, éste dedicará todo el día a ver vídeos del lorito equilibrista, prepararse sándwiches de 16 pisos o, en definitiva, hacer cualquier cosa distinta de trabajar.
Sin embargo, múltiples estudios han demostrado que los teletrabajadores suelen ser alrededor de un 25% más productivos que los trabajadores presenciales. El hecho de que el teletrabajo se desarrolle frecuentemente trabajando por objetivos suele conllevar que el empleado se esfuerce más y no se dedique a “calentar la silla”, como hacen algunas personas que trabajan de forma presencial. ¿A que no te esperabas esto? ¡Punto para el teletrabajo!
-Los teletrabajadores se pasan el día en pijama.
¡Vaya, esto lo hará quien quiera o pueda hacerlo, no todo el mundo!
Hay que tener en cuenta que el vestuario siempre suele ser una opción personal, pero lo más recomendable suele ser vestirse para teletrabajar, porque es una costumbre que ayuda a establecer rutinas y “activarse”. Además, hay que tener en cuenta que muchas personas teletrabajan desde lugares distintos a su casa (por ejemplo, bajando con su ordenador a una cafetería, o a un parque), en los que presentarse en pijama tal vez no sea lo más adecuado…
-El teletrabajo conlleva tener una vida desordenada.
No tiene por qué ser así. Es cierto que algunas personas pueden caer en el descontrol horario y, por ejemplo, terminar trabajando de madrugada y durmiendo durante el día, pero esto es perfectamente evitable si se establecen las rutinas adecuadas y se tiene la disciplina necesaria para llevarlas a cabo.
Además, si se actúa con inteligencia, las posibilidades de conciliación que ofrece el teletrabajo pueden conseguir que se tenga una vida más ordenada y razonable que si se trabaja presencialmente, consiguiendo el efecto opuesto a lo que parecería a primera vista.
-El teletrabajo promueve el aislamiento.
Cuando hablamos de aislamiento, tenemos que hablar con cautela. ¿Produce el teletrabajo un aislamiento respecto de la empresa o los compañeros de trabajo? Cuidado, puede hacerlo, aunque no tiene por qué ser así.
Aquí entrarán en juego muchas variables. Desde el tipo de herramientas de teletrabajo que se utilicen, hasta la modalidad por la que se opte (el teletrabajo también puede ser parcial, incluyendo jornadas presenciales), pasando por la forma de ser del teletrabajador. Lo que sí es cierto es que, tanto teletrabajador como empresa, harán bien en estar atentos para promover las medidas que permitan que el empleado no termine convirtiéndose en un extraño para los demás compañeros.
-El teletrabajo sólo es para personas jóvenes y que entiendan sobre tecnología.
Vamos a ver, es cierto que necesitarás tener unos conocimientos básicos (distinguir un ordenador de una cafetera, por ejemplo), pero no es que tengas que ser un Steve Wozniak de la vida para poder teletrabajar. De hecho, si sabes quién es Steve Wozniak es probable que ya dispongas de los conocimientos suficientes para manejar la tecnología que te permita teletrabajar.
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