“Los líderes deberán actuar ahora para poner la inclusión en la agenda que se viene. Esto no solo preparará a sus empresas para un mayor rendimiento en el futuro, sino que también contribuirá a construir el futuro del empleo que todos deseamos”, Pablo Liotti – Adecco
Según Adecco de Argentina, la agenda que traerá esta “nueva normalidad” dará prioridad a estos temas que son críticos para el éxito de la organización. En este momento de incertidumbre, muchas organizaciones enfrentan decisiones difíciles a corto plazo para mantener sus operaciones. Sin embargo, las decisiones que tomen ahora tendrán consecuencias a mediano y largo plazo.
La pandemia de COVID-19 está afectando a todos, pero no todos están igualmente afectados. Cuando todos nos unamos a la “nueva normalidad”, los grupos más vulnerables no solo se enfrentarán a las principales complicaciones del presente, sino también a los principales problemas del futuro. Según una encuesta realizada por Adecco Argentina a fines de 2019, nueve de cada diez ejecutivos creen que las oportunidades de empleo para personas con discapacidad son diferentes a las de otras poblaciones.
Gran parte de las medidas para esta movilización se centran en tres aspectos: el apoyo financiero, la adaptación de los procesos de trabajo y las iniciativas de bienestar y empresa saludable.
Pero necesitamos también trabajar por la flexibilidad. La salud mental de los trabajadores, el cuidado de los lugares de trabajo y una prevención proactiva sí que son asignaturas que deberían haber llegado para quedarse.
Ahora, todos enfrentamos el desafío de cómo equilibrar el trabajo y la vida personal. Esta es una oportunidad para la transformación, donde el trabajo puede ser remoto y flexible, y el trabajo debe adaptarse a las necesidades individuales. El trabajo virtual también puede brindar a los trabajadores con poca confianza o dominio una mayor oportunidad de ver y valorar sus contribuciones. También puede enfatizar varias habilidades, incluida la escucha y el apoyo.
Los líderes tendrán que repensar y restablecer los viejos aspectos “normales”: crear una mayor flexibilidad para adaptarse a la situación única de cada empleado; volver a comprender el poder de decisión de toda la organización para hacerlo más diverso y creativo, Reconocer que las habilidades y actitudes que florecen durante una crisis son críticas para el éxito de una organización, y este es el estándar habitual.
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