Una encuesta publicada en la revista Harvard Business Review detalla las mejores estrategias para impulsar nuestras carreras profesionales tras entrevistar a 37 mujeres en puestos directivos.
Obtener y mantener un puesto de toma de decisiones es un gran desafío para muchas mujeres líderes. Brenda F. Wensil y Winifred Ernst, autoras de un estudio publicado en Harvard Business Review y asesoras ejecutivas de mujeres líderes, querían comprender por qué algunas mujeres podían sostener y mantener el impulso profesional a pesar de los problemas estructurales y sistémicos en el lugar de trabajo.
Para ello, entrevistaron a 37 mujeres en puestos directivos (ejecutivas, vicepresidentas senior, vicepresidentas, directoras) con experiencia en más de 75 empresas, e identificaron tres conductas distintivas: mentalidad ágil, un deseo continuo por aprender y un impulso concentrado.
Las 3 estrategias:
1. Mentalidad Ágil
La totalidad de las mujeres con las que las investigadoras hablaron demostraron un pensamiento flexible, incluyendo una capacidad por evaluar de forma veloz una situación e inmediatamente determinar el camino a seguir. Todo esto en sus propias carreras, o se reinventaron a ellas mismas o transformaron los proyectos en los que trabajan.
Jen alcanzó el cargo de Vicepresidenta antes de cumplir los treinta años, y gracias a su habilidad, abrió muchas puertas en su carrera. Se convirtió en una Directora Administrativa tan competente que a nadie se le ocurría considerarla para el cargo de Directora Financiera. Sin embargo, en dos empresas distintas, fue ignorada en dos ocasiones para ocupar ese puesto. Después de hablar con un asesor de confianza, decidió que necesitaba reevaluar su carrera y reputación para ser vista como una Directora Financiera efectiva. Por lo tanto, decidió mudarse y comenzar de cero. Trabajó incansablemente para construir la cartera de clientes financieros de su nueva compañía, colaboró con el equipo de productores para establecer prioridades, vendió sus ideas a otros Directores Administrativos y lideró la empresa en Europa.
Estos comportamientos de gran alcance la han llevado a ascender a altos puestos gerenciales en una empresa global. Esto es tener una mentalidad ágil. Se trata de versatilidad y estar abierto a opciones y formas de lograr sus objetivos nuevos.
2. Deseo Continuo de Aprender
Las mujeres encuestadas mostraron más que una capacidad de aprender: mostraron una motivación para buscar activamente oportunidades de nuevas experiencias, desafíos y conocimientos.
Un ejemplo de esto es Mary, consejera delegada de una compañía pública que comenzó como abogada. Ella aceptó una oferta para dirigir temas regulatorios y de ahí, llegó a ser directora financiera, en donde no sabía nada. Reclutó talento nuevo, preguntó, tomó decisiones, rebatió datos, y vio cómo las acciones se disparaban.
3. Impulso Concentrado
Llámelo persistencia, tenacidad o determinación. Frente a los contratiempos, las mujeres encuestadas cuentan que acuden a su temple interior, lo que las ayuda a tener perspectiva y ubicar las dificultades del ahora en el contexto de su propósito superior.
Lydia nunca dudó en su ambición de convertirse en Directora General de una compañía de inversiones. Consideraba cada oportunidad profesional como un medio para alcanzar su meta. Adquirió una amplia experiencia laboral que la ayudó a crecer y conocer todos los aspectos del negocio, desde Recursos Humanos hasta Tecnología, Administración, Operaciones, Marketing y Ventas. Tras trabajar en el sector de jubilación y la banca, se cambió al sector de los seguros. Es esencial estar preparado para el puesto que se desea ocupar.
Las investigadoras dijeron que la mayoría de las mujeres encuestadas hicieron una transición en algún momento de sus carreras, se movieron lateralmente, ganaron más experiencia o se mudaron a una firma más pequeña para mantener el impulso o desarrollarlo cuando las cosas se sentían estancadas.
El setenta por ciento de las mujeres que entrevistaron cambiaron de puesto dos o más veces para ganar impulso. Del 27 por ciento de las mujeres que se mantuvieron en la misma empresa, más de la mitad describió un movimiento geográfico, maniobras ágiles para sobrevivir a las adquisiciones, o un cambio completo de campo dentro la misma.
Al tomar decisiones de transición, las mujeres con las que hablaron recomendaron seguir estas estrategias y enfrentar la adversidad.
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