Porque dos cabezas, literalmente, piensan mejor que una: independientemente del talento de cada una de ellas, el acompañamiento de un Coach siempre suma un plus a tu propia capacidad. El método del Coaching optimiza tu capacidad de introspección, enfocándola siempre a la acción. Cuando trabajas con un Coach, empleas tu propio potencial liberándote de la carga inconsciente de memorización, gestión y ordenamiento de la información.
En otras palabras, él pone la estructura, tú aportas el contenido.
Esto acelera la velocidad de la introspección y la lleva potencialmente a un nivel más profundo, al que con alta probabilidad no habías accedido hasta la fecha. Algunas cosas para la que sirve la “cabeza auxiliar” de tu Coach:
•Él recuerda por ti lo que has dicho y cómo lo has dicho, devolviéndotelo en el momento en el que necesitas disponer de la información para continuar avanzando en la introspección.
•El pensamiento muchas veces da saltos, se desvía, se evade, o se queda estancado en un punto, especialmente si es un asunto que te preocupa o que te genera dificultad. El coach te insta a mantener el foco y te ayuda a retomar cuando pierdes el hilo.
•El Coaching es pragmático: focalizando en un objetivo, exploramos la realidad en torno a él, lo que percibes, piensas y sientes al respecto y continuamos generando opciones que serán la base de la acción posterior.
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