Los profesionales se enfrentan a diario al desafío de planificar su desarrollo de carrera en medio de un escenario dinámico, altamente impactado por los procesos transformacionales que se encuentran viviendo las organizaciones. Detectar las oportunidades de futuro, en este contexto, los obliga a analizar en detalle sus competencias y habilidades para construir una oferta de valor atractiva para las compañías.

Desde ese escenario surge espontáneamente la pregunta ¿debo trabajar en mis debilidades o potenciar mis fortalezas?

La oferta de valor de un ejecutivo se compone principalmente de fortalezas que, utilizadas en un contexto profesional, le permiten conseguir logros al interior de una organización. Por ello, este es el elemento central sobre el cual debe enfocarse para proyectar su desarrollo de carrera.

Pese a ello, todos los profesionales tienen debilidades y es importante identificarlas para asegurar que, en ningún caso, ellas puedan perjudicar lo que la organización espera de él respecto de sus fortalezas.

La persona correcta en el lugar adecuado

Analizar mis fortalezas es el primer paso para identificar cuáles son los aspectos centrales que forman parte de mi oferta de valor. El paso siguiente es detectar qué tipo de organizaciones las requieren para asegurarnos que esas características puedan aportar a los objetivos de una empresa.

Los reclutadores son explícitos en indagar esas dimensiones del profesional en sus entrevistas y normalmente lo hacen a través de preguntas, como: ¿cuéntame que características te diferencian del resto para asumir esta posición en nuestra empresa?, ¿qué logros relevantes en tu trayectoria avalan las fortalezas que describes?, ¿háblame de tus debilidades? y ¿cómo afectan (positiva o negativamente) la relación con un equipo?

Es importante describir las debilidades en un contexto de oportunidad, que no perjudica las fortalezas en el desempeño de una función. Es decir, identificarlas mostrando cómo han sido abordadas para proteger el resultado de las gestiones.

Abordar este desafío es relevante para identificar oportunidades en el desarrollo de carrera en las organizaciones adecuadas a cada perfil profesional. Un viejo refrán utilizado en las áreas de recursos humanos, describe esta tarea de la siguiente forma: ¿puedo entrenar a una gallina para que recoja nueces de un nogal? Sí, pero es más fácil contratar a una ardilla.

William Peters, Lee Hecht Harrison

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