Los buenos niveles de generación que han mostrado los parques eólicos que están instalados a lo largo y ancho del país permitió a UTE utilizar un porcentaje relativamente bajo de su parque térmico, pese a un notorio déficit de lluvias que restó producción a las represas. Es más, en el acumulado de enero a lo que va de abril, los molinos de viento prácticamente han volcado un volumen de electricidad similar al que inyectaron a la red del ente las cuatro represas históricas (Salto Grande, Palmar, Baygorria y Rincón del Bonete).
De acuerdo a la información que recaba el portal de UTE, los embalses atendieron el 42% de la demanda de energía eléctrica, una descenso pronunciado frente al 58,4% que habían mostrado a esta altura del año pasado. La ausencia de lluvias en la cuenca del río Negro llevó a UTE a preservar al máximo las represas de ese caudal para los meses de otoño e invierno, cuando la demanda de energía tiende a incrementarse.
Otro de los puntos que sobresale en la matriz energética local es el crecimiento de otra renovable: la energía solar. Las plantas solares registraron entre enero y lo que va de abril una participación como fuente del 4,6%, mientras que un año atrás su cuotaparte era apenas del 1,5%.
Finalmente, donde no hubo variantes fue en la producción de biomasa, la cual prácticamente en su totalidad está concentrada en las pasteras de UPM y Montes del Plata. En lo que va de este año, su participación como fuente de generación llega al 8,4%, en línea con el 8% que registró el año anterior.
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