Últimamente hemos oído hablar mucho del «cloud computing» o «computación en la nube» y parece que más que una tendencia, es ya una realidad, no sólo para particulares sino también para las empresas. Pero qué es exactamente y qué beneficios aporta al sector industrial.
Se trata de un modelo tecnológico que permite a empresas y personas acceder a un conjunto de recursos informáticos (tanto software como hardware) de forma ubicua, personalizada y bajo demanda a través de Internet y pueden ser rápidamente configurados y liberados por un proveedor especializado que se encarga de la gestión de los mismos, según el NIST (National Institute of Standards and Technology).
El cloud computing plantea la posibilidad de hacer uso personalizado de soluciones software a través de internet, sin la necesidad de disponer de servidores informáticos ni de expertos que se encarguen de la instalación, mantenimiento y actualización de los mismos.
A continuación, te resumimos en seis puntos, las principales características del cloud computing que hacen de este sistema un modelo diferente frente a los sistemas convencionales son:
Pagar sólo por lo que se usa. Las empresas pagan sólo por la utilización de los recursos en la nube (soluciones software, servicios de almacenamiento de datos, etc.), sin costes adicionales, evitando así inversiones en infraestructura o costes por adquisición de licencias.
Multifuncionalidad. Las empresas eligen las funciones del sistema que necesitan en cada momento.
Multiusuario. Permiten a los diferentes usuarios de una empresa consumir los servicios de una misma plataforma.
Autoservicio bajo demanda. Los usuarios pueden consultar las capacidades del servicio sin necesidad de consultar con el proveedor.
Acceso sin restricciones. Acceso de forma ubicua a los servicios en cualquier lugar/momento y con cualquier dispositivo con acceso a la Red.
Conoce ventajas de su uso en la empresa:
1.Ahorro de costes. Pago por la utilización de productos y servicios, eliminando costes adicionales como la compra de licencias, la inversión en infraestructura informática, el mantenimiento de los equipos y sistemas o la adaptación de los mismos a nuevas necesidades.
Cabe destacar además, el menor consumo energético derivado del uso de servidores y equipos.
2.Almacenamiento y seguridad. Existen proveedores que ofrecen servicios de almacenamiento de datos de capacidad prácticamente ilimitada. Además, junto al almacenamiento se incluyen servicios de backup y restauración de la información.
3.Fácil acceso. Acceso compartido y en tiempo real a toda la información desde cualquier parte y a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet.
4.Fácil manejo. Integración de sistemas de forma automática. La integración de sistemas se produce de forma prácticamente automática en la nube, lo que significa que las empresas no necesitan preocuparse por resolver problemas técnicos complejos de interoperabilidad entre las soluciones contratadas. La integración de soluciones en la nube garantiza a las empresas el acceso a información coherente e integrada desde cualquiera de las soluciones, y elimina la necesidad de realizar tareas de registro de datos por duplicado.
5.Actualizaciones automáticas. Siempre se dispone de la última versión del software.
6.Personalizado. Los sistemas en la nube se personalizan según los requerimientos y necesidades del cliente.
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