El teletrabajo no es sólo “flexibilidad en los horarios”, que el Jefe “no te esté mirando si trabajas” y otros comentarios que suelen hacerse. Muy por el contrario es una forma de trabajo en el que uno es su propio jefe, con un espacio físico apto para trabajar, con objetivos a cumplir. En principio podemos hablar de estos cuatro desafíos de quienes trabajan remotamente: la falta de organización, los pendientes, el aislamiento y la falta de comunicación.

Un gran problema afrontado por quienes trabajan remotamente es la falta de organización, principalmente en lo que se refiere al espacio de trabajo.

Si trabajas en casa, te puede resultar difícil dedicar un ambiente específicamente para trabajar. Esa dificultad, con el paso del tiempo, puede terminar confundiendo los horarios de ejercer tus tareas profesionales con los quehaceres de la casa.

Es muy importante que definas no únicamente los horarios para trabajar, sino que también tengas un espacio físico para concretarlo.

Además de evitar problemas, como los dolores de columna por trabajar todo el día sentado en la cama, les ayudas a tu cuerpo y cerebro a entender que ese período específico es para tus actividades profesionales.

La acumulación de tareas está muy relacionada con la falta de organización de tiempo.

Puede ser que, por trabajar en casa, asumas más actividades de las que realmente logras realizar, lo que resulta en retrasos de entrega o incluso noches mal dormidas para lograr cumplir los plazos establecidos.

Además de perjudicar tu salud, es probable que no ejecutes tus tareas de la mejor manera posible.

Por eso te aconsejamos que, aunque puedas trabajar en el sitio y el momento que quieras, recuerde asumir la responsabilidad de aquello que realmente puedes hacer.

Trabajar solo tiene sus ventajas principalmente en lo que se refiere al silencio. Sin embargo, con el paso del tiempo, puede que sientas algo de aislamiento y soledad.

Internet surgió para facilitar nuestra comunicación con quien está lejos, pero ella también puede agravar el contacto, principalmente cuando las personas no necesitan conversar personalmente para tomar una decisión.

Si comienzas a sentir falta de trabajar cerca de otras personas, hoy en día hay espacios de coworking en los que tienes la posibilidad de llevar tu ordenador personal y trabajar cerca de otros profesionales como tú.

Además, una alternativa es participar en eventos presenciales de tu área no únicamente para adquirir más conocimiento de mercado, sino también para conocer a personas diferentes.

El hecho de que no participes presencialmente, es decir, en contacto con otras personas que trabajan contigo, puede ocasionar problemas de comunicación, los famosos malentendidos.

Eso sucede principalmente si trabajas en una empresa que no tiene una sede y permite que todos sus empleados ejerzan sus actividades en sus casas.

Para evitar este tipo de contratiempo, trata de cuidar de la claridad con la que te expresas en tus e-mails y mensajes en aplicaciones (si eligen usar una para comunicarse).

Otra opción es siempre hacer reuniones por videoconferencias o llamadas telefónicas. Al oír la voz de las personas y ver sus expresiones, la comunicación queda mucho más clara.

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