Un buen ambiente organizacional se caracteriza por confianza entre los colaboradores, orgullo por las tareas que se realizan y disfrutan de sus compañeros.
Los equipos de management deben asegurarse que su equipo refleje el mundo que los rodea, no se puede tener un lugar de trabajo para todos si no se tiene a bordo a todo tipo de personas, quienes, a su vez, necesitan ver a líderes que se parecen a ellos para creer que pueden avanzar y, en esencia, confiar en su equipo.
El coaching integra a los equipos para encontrar un balance entre su vida personal y profesional, posibilita un clima laboral donde la empatía contribuye en el buen desarrollo del equipo que obtendrá los objetivos propuestos de la empresa.
Muchos encuentran difícil un equilibrio entre la vida laboral y familiar, por ejemplo el 40% de los trabajadores no tiene tiempo suficiente para la familia u otras actividades sociales. Por ello, el 87% de las grandes empresas ofrece horarios flexibles o la opción de trabajar remotamente, aumentando así la calidad de vida de los trabajadores.
Los colaboradores se sienten mejor en un ambiente donde sus líderes se preocupan por ellos como individuos o cuando los involucran en la toma de decisiones, al momento en que esto ocurre se desarrolla una empatía con los líderes fomentando la confianza que se tiene en ellos.
El personal debe sentirse bienvenido desde el día uno, esto se logra con un buen y cálido proceso de inducción, así también se logrará que la gente se sienta confiada de ser ellos mismos y que esto los anime a colaborar. Así, en conjunto, lograrán el trabajo efectivo y se procurará el éxito como conjunto. Esto también crea un entorno divertido y una atmósfera relajada.
Ofrecer capacitaciones, adoptar un programa de mentorías o incluso brindar un curso de idiomas para empresas los preparará para que puedan aspirar a mejores puestos.
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