Para algunos, trabajar lejos de la mirada de un superior puede conducirlos a ser menos productivos. Por eso, la clave está en tener las metas claras. “El trabajo debe tener esa connotación, independiente del lugar donde se realice. Por lo tanto, mientras se trabaja se está ejerciendo un rol determinado, lo que significa que se debe prestar atención y concentración a la tarea realizada, lo que a su vez requiere de determinadas condiciones”.
Las tres condiciones que se deben cumplir para trabajar desde la casa y producir lo mismo o más que cuando estás en la oficina.
Ubícarse en un lugar especial, privado y libre de distracciones:
No hay que mezclar el ambiente familiar con el laboral, por lo que, por ejemplo, no es adecuado trabajar en la mesa del living o almorzar en el lugar que se tiene destinado para trabajar.
Establecer rutinas de tiempo que permitan generar eficiencia, pero también descanso:
Se debe comenzar en la mañana, de la misma forma que un trabajo presencial en la oficina. El trabajador en la casa debe primero darse una ducha, vestirse (no es recomendable trabajar en pijama), tomar desayuno y luego comenzar a trabajar.
Comunicar a la familia que estás trabajando, que debes cumplir horario y que respeten tus tiempos: Esto permitirá beneficios tales como ahorro en transporte y tiempo de viajes, menor probabilidad de accidentes y conciliar familia y trabajo.
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