Luego de que el Ejecutivo autorizara el restablecimiento gradual de la actividad económica, una “vuelta al trabajo” en medio de un refuerzo de las medidas de seguridad y distanciamiento en las empresas, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española sostuvo en un comunicado que “es necesario impulsar progresivamente el resto de actividades industriales y el sector de la construcción, para que ejerzan su fundamental papel tractor de la economía” y exigieron “medidas urgentes que paralelamente estimulen la demanda y la competitividad de las empresas”.
La entidad agrupa a las patronales de la siderurgia, el cemento, la industria automotriz, de la química, del petróleo, del papel, y del sector de la alimentación y bebidas, que entre todas representan de forma directa el 13% del PIB y el 12% del empleo, aunque esos porcentajes escalan hasta el 43% y el 30% si se tienen en cuenta producción y puestos de trabajo indirectos.
Según explicaron los industriales la reapertura de las fábricas no será suficiente para recuperar los niveles previos a la crisis del coronavirus y será necesario un programa basado en 5 ejes:
Impulsar la inversión pública en infraestructuras y vivienda pública.
Estimular la demanda de automóviles.
Reducir las cargas impositivas.
Suspender el impuesto a la generación de energía o introducir compensaciones.
Promover medidas que impulsen las exportaciones y el acceso a nuevos mercados.
“La industria española ha sido y es una parte activa del esfuerzo colectivo que la sociedad está realizando para luchar contra la enfermedad”, concluyó la entidad.
España atraviesa la quinta semana bajo cuarentena por el coronavirus, con la pandemia estabilizada y en retroceso, lo que llevó al gobierno a autorizar el restablecimiento gradual de la actividad económica no esencial.
La “vuelta al trabajo” se lleva a cabo en medio de un refuerzo de las medidas de seguridad y distanciamiento en las empresas, mientras las autoridades facilitaron barbijos a los ciudadanos en los transportes públicos.
Existen dudas sobre la decisión de flexibilizar el confinamiento al que estaba sometido la población, aunque la medida también es esperanzadora, ya que puede abrir el camino a la siguiente fase de “desescalada”, que el gobierno español tiene previsto implementar a partir del 26 de abril.
El regreso a la actividad se notó en las calles principalmente en el sector de la construcción, a pesar de que las autoridades prohibieron obras en edificios donde se comparten espacios comunes con vecinos.
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