Expandirse con personas que trabajen a distancia también es sencillo y a su vez, las empresas consiguen mejorar el medio ambiente ya que desaparecen los desplazamientos a la oficina, dejando a un lado los vehículos. Las empresas, con el dinero que se ahorran, pueden implementar nuevas herramientas informáticas que faciliten el teletrabajo.
Además, personas con discapacidad tienen más accesible una salida laboral si pueden realizar las tareas desde su vivienda. Y no sólo eso, un horario más flexible y poder conciliar la vida familiar son puntos que gustan a quienes trabajan en remoto, que suprimen el ambiente laboral en pos de una mayor libertad a la hora de ejecutar su trabajo.
Sin embargo, y ya sea en un trabajo en remoto o presencial, las claves para poder trabajar bien en equipo parten de la premisa de sustituir el “yo” por el “nosotros”.
Si es en una oficina o en el lugar de trabajo, es imprescindible que todos sepan hacia qué dirección se ha de remar y esto se consigue a través de las múltiples vías de comunicación que existen. El hecho de que todos los miembros del equipo se lleven bien es clave para el buen funcionamiento de la empresa.
Marcar objetivos comunes. Es esencial crear metas realizables tanto a corto como a largo plazo. Es algo que propiciará que el grupo esté siempre en alerta y entusiasmado.
Asignar roles. No todo el mundo sirve para hacer lo mismo, así que la base de un buen equipo pasa por saber identificar las labores de cada uno. A la larga, tener un empleado que sabe cuál es su trabajo ayuda a evitar conflictos.
Comunicar ante todo. Si es a través de teletrabajo, debe hacerse por vía email, por charlas por Skype o hasta por videoconferencias.
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