Hoy, el crecimiento de la compañía ha cambiado. No solo se centran en lograr los objetivos propuestos, sino también en la inteligencia emocional. Es en su entorno de trabajo donde un colaborador agresivo y comprensivo puede aumentar la eficiencia del trabajo en un 80%.
La inteligencia emocional es hacer liderazgo de manera inteligente. Tomar las decisiones adecuadas, no solo considerando las metas y objetivos de la empresa, pero también comprendiendo a los trabajadores.
Algunos consejos significativos que se plantean para mejorar la inteligencia emocional de la empresa son:
Preocúpate por el equipo. Mientras más personas puedan expresar sus pensamientos, comentarios o sentimientos, se generará más autoconfianza, que es un aspecto básico del trabajo en equipo. Evita tener miedo de expresar emociones. La construcción de puentes de comunicación con los trabajadores promoverá la seguridad y alentará a los trabajadores a trabajar juntos para lograr los objetivos de la empresa.
Saber utilizar herramientas técnicas. Con la tecnología, las decisiones se pueden tomar más rápido. Sin embargo, también representan un alto riesgo de evitar profundizar las relaciones.
Reevaluar el proceso de selección. Es necesario prestar más atención a los factores emocionales que a los intelectuales. Ambos son igualmente importantes.
Otro problema que reduce la productividad es el entorno de trabajo. Si un trabajador siente que su jefe no lo escucha o toma una decisión sin considerarlo, sentirá que no tiene el apoyo del equipo o que no trabaja en equipo, lo que no es bueno para la empresa.
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